es.odysseedubienetre.be

Frutas ácidas

Su riqueza en vitamina C es esencial para evitar enfermedades como el escorbuto, que surge cuando hay carencia de esta vitamina.

Las frutas ácidas no son tan ácidas como el jugo gástrico, pero pueden aumentar la acidez en el estómago, por lo que no deben consumirse en caso de gastritis o reflujo gastroesofágico, por ejemplo. Los frutos ácidos son aquellos ricos en ácido cítrico, que es el responsable del sabor medio amargo y picante de esas frutas, que se pueden dividir en dos grupos:

Frutas ácidas o cítricas:

Frutas ácidas

Abacaxi, acerola, ciruela, morena, cidra, cupuaçu, frambuesa, grosella, jabuticaba, naranja, lima, limón, membrillo, fresa, níspera, melocotón, granada, tamarindo, mandarina y uva.

Frutas semi-ácidas:

  • Caqui, manzana verde, maracuyá, guayaba, pera, carambola y uva pasa.

Las frutas semi-ácidas tienen una cantidad menor de ácido cítrico en su composición, y son mejor toleradas en casos de problemas estomacales como gastritis o reflujo. Todas las demás frutas se pueden consumir normalmente en casos de gastritis.

  • Frutas ácidas en la gastritis y en el reflujo

Las frutas ácidas deben evitarse en casos de úlceras y crisis de gastritis, ya que el ácido puede causar un aumento del dolor cuando el estómago ya está inflamado. El mismo vale para casos de reflujo en que hay heridas o inflamación en el esófago y en la garganta, pues el dolor aparece cuando el ácido cítrico entra en contacto con la herida.

Sin embargo, cuando el estómago no está inflamado o cuando hay lesiones a lo largo de la garganta, las frutas cítricas pueden ser consumidas a voluntad, ya que su ácido incluso ayudará a prevenir los problemas intestinales como el cáncer y la gastritis. Vea cómo debe ser la Dieta para la gastritis y la úlcera.

Frutas ácidas en el embarazo

Outras frutas ácidas

Las frutas ácidas en el embarazo pueden ayudar a disminuir los mareos ya que el ácido de las frutas va estimulando la formación de los ácidos digestivos, favoreciendo el vaciamiento gástrico. Además, estas frutas tienen también buenas cantidades de ácido fólico y vitaminas del complejo B que son fundamentales para la formación del tubo neural y de los tejidos del bebé.