Síntomas de trombosis en el embarazo y cómo tratar

La trombosis en el embarazo surge cuando se forma un coágulo de sangre que obstruye una vena o arteria, impidiendo que la sangre pase por ese lugar. Aunque la trombosis puede surgir en cualquier persona, esta complicación es más común durante el período de gestación, ya que la capacidad de coagulación y la circulación sanguínea son alteradas por las alteraciones hormonales que ocurren y por la compresión del útero sobre los vasos sanguíneos.

Así, una embarazada tiene un riesgo de 5 a 20 veces mayor de desarrollar trombosis. Los tipos más comunes que pueden surgir son:

• Trombosis venosa profunda: es el tipo más común de trombosis, y afecta más frecuentemente las piernas, aunque puede surgir en cualquier región del cuerpo;
• Trombosis hemorroidaria: puede aparecer en las hemorroides provocadas por el peso del bebé o durante el parto;
• Trombosis en la placenta: causado por coágulo en las venas de la placenta, pudiendo provocar aborto en los casos más graves. Más información sobre esta situación en la trombosis en la placenta.
• Trombosis en el cordón umbilical: A pesar de ser raro, este tipo de trombosis ocurre en los vasos del cordón umbilical, impidiendo el flujo de sangre al bebé. Se sabe cuándo puede ocurrir y cómo tratar la trombosis del cordón umbilical;
• Trombosis cerebral en el embarazo: provocado por un coágulo en el cerebro, situación muy grave y provoca síntomas de AVC.

La trombosis en el embarazo, aunque rara, es más frecuente en mujeres embarazadas de más de 35 años, que ya han tenido episodio de trombosis en un embarazo anterior, están embarazadas de gemelos o que tienen sobrepeso. Esta condición es peligrosa, y cuando es identificada, debe ser tratada por el obstetra con inyecciones de anticoagulantes, como la heparina, durante la gestación y 6 semanas después del parto.

¿Cuáles son los síntomas? Los síntomas de trombosis en el embarazo surgen especialmente en las piernas e incluyen:

Dolor en la pierna, que empeora al caminar o doblando el pie hacia arriba;

• Enrojecimiento e hinchazón de la pierna;
• Piel caliente;
• Aumento de las venas locales.
• Durante el embarazo, estos síntomas no siempre confirman la trombosis, ya que pueden ocurrir debido a la mayor tendencia a retener líquidos en las piernas, por lo que la gestante debe consultar al obstetra para hacer un ultrasonido y despistar el diagnóstico de trombosis.

En presencia de cualquiera de estos síntomas, la embarazada debe llamar inmediatamente al 192 o ir al servicio de urgencias, ya que la trombosis es una enfermedad grave, que puede causar embolia pulmonar en la madre cuando el coágulo se desplaza hasta los pulmones, generando síntomas como falta de aire, tos con sangre o dolor en el pecho. Cuando la trombosis surge en la placenta o en el cordón umbilical, generalmente no hay síntomas, pero la disminución de los movimientos del bebé puede indicar que algo está mal con la circulación sanguínea, siendo también importante buscar atención médica en esta situación.

Cómo confirmar

Después de la evaluación clínica del médico, la confirmación del diagnóstico de trombosis se realiza mediante el examen de ultrasonido con doppler, que puede identificar el flujo de sangre y la presencia de coágulos.

Como se hace el tratamiento

La trombosis en el embarazo tiene cura, y el tratamiento debe ser indicado por el obstetra y, normalmente, incluye el uso de inyecciones de heparina, que ayudan a disolver el coágulo, disminuyendo el riesgo de formación de nuevos coágulos.

En la mayoría de los casos, el tratamiento para trombosis en el embarazo debe mantenerse hasta el final de la gestación y 6 semanas después del parto, ya que durante el nacimiento del bebé, ya sea por parto normal o cesárea, las venas abdominales y pélvicas de las mujeres sufren lesiones que pueden aumentar el riesgo de formación de coágulos.

Cómo evitar la trombosis en el embarazo

Algunos cuidados para evitar la trombosis en el embarazo son:

Utilizar medias de compresión desde el inicio de la gestación, para facilitar la circulación sanguínea;

Hacer ejercicio físico regular, como caminar o nadar, para mejorar la circulación de la sangre;

• Evitar permanecer más de 8 horas acostada o más de 1 hora sentada;
• No cruzar las piernas, pues dificulta la circulación de sangre en las piernas;
• Tener una alimentación sana, pobre en grasa y rica en fibra y agua;
• Evitar fumar o convivir con personas que fuman, porque el humo del cigarrillo puede aumentar el riesgo de trombosis.
• Estos cuidados deben ser hechos, principalmente, por la embarazada que tuvo trombosis en el embarazo anterior. Además, la gestante debe informar al obstetra que ya ha tenido trombosis, para iniciar el tratamiento con inyecciones de heparina, si es necesario, para prevenir el surgimiento de una nueva trombosis.
• Obtenga más información sobre cómo identificar y tratar la Trombosis venosa profunda.