Cada persona debe dormir entre 7 y 7, 9 horas al día para garantizar una buena salud, pero estas horas están indicadas para los adultos, debiendo ser adaptadas de acuerdo con la edad de cada uno. Pero más importante que la cantidad de horas es la calidad de estas horas. Así, para dormir bien es necesario un lugar que ofrezca seguridad y tranquilidad para obtener un sueño reparador que promueve el bienestar.