¿Qué es la polineuropatía periférica y cómo tratar las enfermedades degenerativas

En la mayoría de los casos los síntomas mejoran con el tratamiento de la enfermedad que está causando la lesión en los nervios, pero en otras situaciones, puede ser necesario mantener el uso constante de medicamentos para controlar los síntomas y mejorar la calidad de vida.

Principales síntomas

Los síntomas de la polineuropatía periférica varían de acuerdo con los lugares afectados, sin embargo, los más comunes incluyen:

Dolor del tipo cuchillado o ardor persistente;

hormigueo constante que va siendo más intenso;

• Dificultad para mover los brazos y las piernas;
• Caídas frecuentes;
• Hipersensibilidad en las manos o los pies.
• Con el avance de la enfermedad, otros nervios más importantes pueden ser afectados, como los de la respiración o los de la vejiga, resultando en otros síntomas como dificultad para respirar o para sostener el pis, por ejemplo.
• Estos síntomas pueden ir apareciendo y desarrollándose a lo largo de varios meses o años, por lo que a menudo pasan desapercibidos hasta que surgen problemas más graves. La polineuropatía generalmente es causada por la lesión progresiva en los nervios, resultante de enfermedades metabólicas, como la diabetes, o enfermedades autoinmunes, como lupus, artritis reumatoide o síndrome de Sjogren. Sin embargo, las infecciones, la exposición a sustancias tóxicas, y, incluso, los golpes fuertes también pueden causar problemas en los nervios y resultar en polineuropatía.

En casos más raros, la polineuropatía puede incluso surgir sin ninguna causa aparente y, por lo tanto, se conoce como polineuropatía periférica idiopática.

Cómo se realiza el tratamiento

Cuando la polineuropatía aparece como una complicación de otra enfermedad, el tratamiento debe iniciarse con el control de esta enfermedad. Así, en el caso de la diabetes, por ejemplo, es importante tener cuidado con la alimentación o iniciar el uso de insulina, ya si la causa es causada por una enfermedad autoinmune puede ser recomendado comenzar el uso de remedio que disminuye el sistema inmune.

Si los síntomas aparecen sin causa aparente o debido a otro problema que no puede ser tratado, el médico puede recetar algunos remedios para aliviar los síntomas, como:

Antiinflamatorios

: como Ibuprofeno o Nimesulida;

Antidepresivos

: como Amitriptilina, Duloxetina o Verflaxacina;

• Anticonvulsionantes: como Gabapentina, Pregabalina o Topiramato. Sin embargo, en los casos más graves, también puede ser necesario usar remedios derivados de los opioides, como el tramadol o la morfina, que tienen una acción más potente, pero que, como crean dependencia, sólo se utilizan en los casos en que no es posible controlar la dolor con otros medicamentos.
• Además, puede ser recomendable hacer una terapia complementaria, con acupuntura o fitoterapia, por ejemplo, para reducir las dosis de los medicamentos.