es.odysseedubienetre.beTomar refrigerante hace mal a la salud, no sólo porque contiene mucho azúcar, sino porque también contiene componentes que debilitan todos los órganos del cuerpo.
Además, el refrigerante no tiene ningún valor nutricional y aún contiene elevadas cantidades de sal, que favorecen la retención de líquidos, llevan al aumento de peso, vientre húmedo y piernas hinchadas.
La mayor parte de los refrigerantes se hacen a partir de ácido fosfórico, jarabe de maíz y potasio, que son sustancias que pueden conducir a varios problemas de salud.
Vea cuáles son los otros errores alimentarios más comunes que perjudican la salud.
Sólo una lata de refrigerante contiene cerca de 10 cucharadas de azúcar, lo que aumenta considerablemente los niveles de azúcar en la sangre y disminuye la acción de la insulina en el organismo. Así, si se ingieren regularmente, los refrigerantes pueden conducir al desarrollo de la diabetes.
Además, cuando los niveles de azúcar en la sangre suben muy rápido, como después de beber una lata de refrigerante, es normal sentir más hambre, lo que lleva a un aumento de peso exagerado.
La mayoría de los refrigerantes contienen una elevada cantidad de ácido fosfórico que impide que el cuerpo absorbe el calcio necesario para fortalecer los huesos. De esta forma, las personas que beben refrescos regularmente pueden desarrollar problemas como caries o osteoporosis.
Este ácido fosfórico también dificulta el trabajo del estómago para producir ácido gástrico, retrasando el proceso de digestión y la absorción de nutrientes.
Debido a la acidez de los refrescos, el cuerpo necesita usar el calcio, que se utilizará en los huesos, para facilitar la digestión y equilibrar el pH.
De esta forma, los riñones necesitan eliminar el calcio utilizado en este proceso, lo que aumenta el riesgo de formación de piedras en los riñones debido a la acumulación de calcio en su interior.
Los refrescos pueden conducir a un aumento gradual de la presión arterial, especialmente debido a sus elevadas cantidades de sodio y de cafeína.
Además, varios estudios indican que el consumo excesivo de fructosa, que es el azúcar presente en los refrescos, también es una de las principales causas de presión alta.
Además de las sustancias químicas potencialmente cancerígenas del refrigerante, como el aspartame, estas bebidas contienen un pH muy ácido, similar al del vinagre, que es disfrazado por la elevada cantidad de azúcar.
El único órgano del cuerpo humano capaz de aguantar este tipo de acidez es el estómago y, por eso, todos los demás órganos, como la boca, el esófago o el intestino, que entran en contacto con este tipo de acidez, pueden, a lo largo del tiempo, desarrollar tumores debido a los cambios provocados en sus células.
El refrigerante hace mal en el embarazo porque causa malestar abdominal, contribuye al aumento de peso y puede provocar retención de líquidos.
Además, los refrescos a base de cola, como Coca-Cola y Pepsi, tienen mucha cafeína, que durante el embarazo no puede sobrepasar los 200 mg al día. Si la embarazada toma 2 tazas de café en un día, ya no puede ingerir más cafeína.
Los refrescos que tienen cafeína tampoco deben ser bebidos durante la lactancia porque la cafeína pasa a la leche materna y puede provocar insomnio en el bebé.
Ya en los niños, el refrigerante pues puede dificultar el desarrollo físico y mental, así como facilitar la aparición de enfermedades como la obesidad y la diabetes. Los refrescos deben ser excluidos de la alimentación del bebé, pudiendo optar por jugos de fruta, además del agua, para una ingestión de líquidos adecuada.
Vea también los 5 principales motivos para no dar refrigerante a su hijo.
