es.odysseedubienetre.beLas superbacterias son el resultado del uso incorrecto de antibióticos que llevan a mutaciones genéticas haciéndolas resistentes a estos medicamentos. Desafortunadamente, incluso los antibióticos más fuertes como los carbamínicos, no tienen ningún efecto sobre las superbacterias, que acaban siendo de difícil control, pudiendo llevar muchos a la muerte.
La bacteria Klebisiella Pneumoniae, conocida por la sigla KPC, es un ejemplo de superbacteria, que es capaz de resistir a la mayoría de los antibióticos existentes, provocando síntomas como fiebre alta, dificultad para respirar e infecciones recurrentes, siendo potencialmente fatal.
Otros ejemplos de superbacterias son E. Coli y Pseudomonas aeruginosa, que también son de difícil control. Normalmente la KPC está restringida a los hospitales, pero esta superbacteria ya se ha encontrado en lugares públicos lo que pone a todos en riesgo.
Los síntomas varían de acuerdo con la bacteria presente y normalmente los médicos no sospechan de una superbacteria, hasta que el tratamiento que habitualmente se realiza deja de ser eficaz, proporcionando aumento de la multiplicación de este micro-organismo en el cuerpo y aumento de la gravedad de la enfermedad.
Para saber que se trata de una superbacteria se debe hacer el diagnóstico a través de un examen llamado antibiograma, que es capaz de identificar cualquier bacteria en el organismo, indicando también los remedios más indicados y los que no tienen ningún efecto.
El tratamiento contra la superbacteria debe ser hecho en el hospital con inyecciones de una combinación de antibióticos, directamente en la vena para combatir las bacterias y evitar el surgimiento de otras infecciones.
A veces es necesaria la combinación de más de 20 antibióticos diferentes para controlar la superbacteria, pero existen posibilidades de curación.
La infección con una superbacteria puede ser difícil de alcanzar pues existen pocos antibióticos capaces de eliminarla. Normalmente, la persona necesita permanecer internada por semanas o meses, teniendo que tomar una combinación de varios antibióticos para controlar la infección.
Durante el tratamiento el paciente queda aislado y las visitas deben ser restringidas, siendo necesario usar ropa, máscara y guantes para evitar contaminar a otros.
Para utilizar los antibióticos correctamente evitando el desarrollo de superbacterias es importante tomar antibióticos solamente cuando son recetados por el médico, y por el tiempo y la dosis recomendados por él mismo que los síntomas desaparecen antes.
Este cuidado es uno de los más importantes porque cuando los síntomas empiezan a disminuir, las personas dejan de tomar el antibiótico y así las bacterias ganan más resistencia a los medicamentos, poniendo a todos en riesgo.
Otro cuidado importante es sólo comprar antibióticos con receta médica y cuando se cure, llevar el resto del medicamento que sobró a la farmacia, no jugando los envases en la basura, en el inodoro, ni en el fregadero de la cocina para evitar la contaminación del medio ambiente , que también hace que las bacterias se vuelven más resistentes y más difíciles de curar.
