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Como se hace el tratamiento para pie Torto congénito

El tratamiento del pie torcido congénito comienza en los primeros días después del nacimiento y tarda años para terminar pero es eficiente y capaz de corregir la posición del pie para que la persona pueda andar normalmente. Inicialmente el ortopedista pediátrico recomienda el uso de yesos y tallos de inmovilización que deben ser cambiados semanalmente durante el primer año de vida.

El pie torcido congénito es una alteración que afecto al bebé y que puede ser descubierto durante un ultrasonido realizado aproximadamente en el 5º o 6º mes de gestación.

1. Uso de yeso

En el cambio del yeso el médico manipula suavemente el pie para que quede en la posición correcta y luego la inmovilización se hace y va del pie hasta el muslo, que no puede ser cambiado en casa y debe ser mantenido durante el baño y el sueño, y sólo debe ser retirada por el médico para que sea sustituida por otra.

2. Cirugía

Después de cerca de 12 semanas con el yeso el posicionamiento del pie ya no debe ser tan torcido ya partir de ese punto, el médico ya puede realizar una cirugía para cortar el tendón de Aquiles y reposicionar el pie en la posición correcta para su desarrollo.

3. Bota ortopédica

Después de esta cirugía, el ortopedista puede volver a colocar una temporada de yeso o una botita ortopédica que el niño todavía debe usar durante unos 6 a 8 meses. En esa fase el bebé ya debe haber comenzado a sentarse ya gatear con el yeso, sin ninguna dificultad.

Cuando el niño empieza a caminar puede usar un zapato reforzado, indicado por el médico y para dormir deberá usar una ortesis que es una bota que une los dos pies, llamada de órtesis de Denis Browne para dormir hasta por lo menos los 3 años de edad .

4. Fisioterapia

La fisioterapia puede ser indicada desde el inicio del tratamiento y puede ser realizada al retirar la bota con estiramientos, movilizaciones y técnicas manuales que son útiles para combatir la rigidez del tobillo facilitando la correcta movilidad y posición del pie. Este tratamiento puede realizarse de 1 a 3 veces por semana. En las sesiones de fisioterapia el bebé puede ser estimulado para que consiga, sentarse, gatear y caminar, lo que calma a los padres.