El Síndrome no suele causar disturbios psíquicos, sin embargo, es aconsejable buscar un especialista sólo cuando la situación huye de control y pasa a incomodar a la pareja ya las personas cercanas. ¿Cuáles son los síntomas? Los síntomas físicos más comunes característicos de este síndrome pueden incluir náuseas, ardor, dolor abdominal, hinchazón, aumento o disminución del apetito, problemas respiratorios, dolor de dientes y espalda, calambres en las piernas e irritación genital o urinaria.