Rabia, tristeza, inseguridad, miedo o revuelta son algunas de las emociones negativas que pueden cuidar de nuestra mente, que llegan muchas veces sin aviso y sin saber lo que realmente causó este mal sentimiento. En estas situaciones, es importante mantener la calma, tratando de identificar el motivo que causó la mala sensación y enfocando la energía en actividades agradables.