es.odysseedubienetre.beEl lupus eritematoso es una enfermedad autoinmune, causada por la producción de anticuerpos contra el propio organismo. Esta auto-agresión provoca lesiones en los diferentes tejidos del cuerpo humano, cuya gravedad depende del órgano atacado. Este defecto genético se debe a un conjunto de genes, y como la herencia proviene de la mitad de cada uno de los padres, no pasa en su integridad a los hijos. Sin embargo, los descendientes de los portadores del lupus pueden tener algunos signos clínicos de la enfermedad o presentar otro tipo de enfermedad autoinmune.
Ocurre principalmente en mujeres, siendo más frecuente en la pubertad, cuando existe cambio en los niveles hormonales. No es una enfermedad contagiosa, infecciosa o maligna, y se caracteriza por períodos de crisis, que pueden durar semanas, meses o años, intercalados por períodos sin ningún tipo de síntomas. Algunas personas nunca desarrollan complicaciones severas. El lupus eritematoso discóide, también llamado lupus eritematoso cutáneo crónico, ocurre principalmente en la cara, pero también aparece en otras áreas expuestas al sol y hasta en el cuero cabelludo. Ellas comienzan como manchas rojas, con descamación, en general sin síntomas locales, que crecen lentamente, quedando su centro con aspecto de cicatriz y presentando cambio de color a marrón o blanco. La aparición de nuevas lesiones o empeoramiento de las ya existentes con la exposición al sol. Cuando atacan el cuero cabelludo, pueden resultar en áreas con cicatrices y consecuente pérdida permanente de cabello.
Lupus eritematoso diseminado o lupus eritematoso sistémico es una enfermedad autoinmune, que puede pasar años sin manifestarse. La causa es desconocida, habiéndose sospechado que los factores genéticos pueden estar involucrados. El portador de la enfermedad presenta lesiones cutáneas características, cansancio, dolores en las articulaciones e hinchazón. Todavía no existe cura para el lupus eritematoso diseminado, a pesar de los diversos estudios clínicos que se han ido y se están realizando a nivel mundial.
El tratamiento para lupus eritematoso depende del tipo de síntoma presentado. Puede ser sólo local, en la piel, o en general, con medicamentos que pueden ser antiinflamatorios no esteroideos, como el ibuprofeno, pasando por corticoides y por drogas inmunosupresoras que inhiben la respuesta inmunológica por vía oral o endovenosa, hasta transplante de órganos y médula .
Se orienta también el uso de protector solar. Todo dependerá del comportamiento agresivo y de la no respuesta a los métodos convencionales. Es importante señalar que los métodos de tratamiento actuales y los avances logrados en las investigaciones han permitido una mejora significativa en la calidad de vida de esas personas.
