Enfermedad de Chagas
El barbero tiene hábito nocturno y se alimenta exclusivamente de la sangre de animales vertebrados. Vive en grietas de casas de palo a pique, camas, colchones, depósitos, nidos de aves, troncos de árboles, entre otros lugares, siendo que tiene preferencia por lugares cercanos a su fuente de alimento.
Síntomas de la enfermedad de Chagas
Los síntomas de la enfermedad de Chagas son:
Fiebre;
- Malestar;
- Hinchazón en la región de la picadura del insecto, que generalmente es en la cara,
- Señal romaña: hinchazón de los párpados de los ojos;
- Hinchazón y dolor de los ganglios linfáticos;
- Puede haber hinchazón del bazo y del hígado.
- Algunos individuos presentan solamente la fiebre en la fase inicial de la enfermedad, dificultando su diagnóstico.
Causas de la enfermedad de Chagas
La enfermedad de chagas es causada por la picadura del peluquero, que infecta al ser humano con un protozoario llamado Tripanosoma cruzi, presente en sus heces y orina. Esto ocurre porque este animal, así que se alimenta, tiene el hábito de defecar y orinar enseguida, y cuando el individuo rasca el local, permite la entrada del protozoario en el torrente sanguíneo.
Otra forma de contagio de la enfermedad es el consumo de alimentos contaminados como caldo de caña o açaí contaminados con el peluquero o sus excrementos. La enfermedad también puede ser transmitida a través de transfusión de sangre contaminada, o de forma congénita, es decir, de madre a hijo durante el embarazo o el parto.
El Rhodnius prolixus también es un peligroso vector de la enfermedad, principalmente en las áreas cercanas a la selva amazónica.
Ciclo de vida
Diagnóstico de la enfermedad de Chagas
El diagnóstico de la enfermedad de Chagas puede ser hecho a través de análisis sanguíneos, que investigan la presencia de anticuerpos anti-T. cruzi en la sangre.
Tratamiento de la enfermedad de Chagas
El tratamiento para enfermedad de Chagas puede ser hecho inicialmente con el uso de medicamentos durante cerca de 1 mes, que pueden curar la enfermedad o evitar sus complicaciones mientras el parásito todavía se encuentra en la sangre del individuo. Pero algunos individuos no alcanzan la cura de la enfermedad, pues el parásito deja la sangre y pasa a habitar los tejidos que forman los órganos y por eso, ella se vuelve crónica atacando especialmente el corazón y el sistema nervioso de forma lenta, pero progresiva.