Cómo identificar y tratar la presencia de Restos de Placenta en el útero
Después del parto, la mujer debe estar atenta a algunos síntomas que pueden indicar la presencia de ciertas complicaciones, como por ejemplo, pérdida de sangre por la vagina, flujo con mal olor, fiebre, sudor frío y debilidad, que pueden indicar una situación llamada retención placentaria.
La hemorragia post-parto normalmente ocurre poco después de la salida del bebé del útero, cuando la placenta despega del útero, y éste no contrae debidamente, llevando a grandes pérdidas de sangre. Sin embargo, este intenso sangrado también puede comenzar días o incluso 4 semanas después del nacimiento del bebé debido a la presencia de restos de la placenta aún en el útero, después del parto normal.
Signos y síntomas de restos placentarios
Así, algunos signos y síntomas que pueden indicar complicaciones después del nacimiento del bebé son:
- Pérdida de gran cantidad de sangre por la vagina, siendo necesario cambiar el absorbente cada hora;
- Pérdida de sangre repentina, en gran volumen que llega a ensuciar la ropa;
- Corriente con mal olor;
- Palpitación en el pecho;
- Tontura, sudor y debilidad;
- Dolor de cabeza muy fuerte y persistente;
- Falta de aire o dificultad para respirar;
- Fiebre y abdomen muy sensible.
Con la aparición de cualquiera de estos síntomas, la mujer debe ir rápidamente al hospital para ser evaluada y tratada de forma adecuada.
Porque sucede y cuando puede suceder
En la gran mayoría de los casos este sangrado ocurre en las primeras 24 horas después del parto, pero esto también puede suceder hasta 12 semanas después del nacimiento del bebé debido a factores como retención de restos de la placenta después del parto normal, infección uterina, o problemas en la coagulación sanguínea como púrpura, hemofilia o enfermedad de Von Willebrand, aunque estas causas son más raras.
La ruptura del útero también es una de las causas de gran pérdida de sangre en el posparto y esto puede suceder en mujeres que han tenido cesárea antes de un parto normal inducido con el uso de medicamentos como la ocitocina. Sin embargo, esta es una complicación más común durante el parto o en los primeros días de posparto. Los restos de la placenta pueden quedar pegados al útero incluso después de una cesárea ya veces, basta que quede una cantidad muy pequeña, como por ejemplo 8mm de placenta para que haya un gran sangrado e infección uterina.
Cómo tratar
El tratamiento de la hemorragia causada por los restos de la placenta debe ser orientado por el obstetra y puede ser hecho con el uso de medicamentos que inducen la contracción uterina como el Misoprostol y Ocitocina, pero el médico puede tener que realizar un masaje específico en el fondo del el útero ya veces puede ser necesario recurrir a una transfusión sanguínea.
Para quitar los restos de la placenta, el médico podrá realizar un curetaje uterino guiado por ultrasonido para limpiar el útero, removiendo totalmente todos los tejidos de la placenta, además de indicar a tomar de antibióticos.