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Síntomas de gigantismo y cómo tratar

Cuando la enfermedad surge desde el nacimiento, se conoce como gigantismo, pero si la enfermedad aparece en la edad adulta, generalmente alrededor de los 30 o 50 años, se conoce como acromegalia. En ambos casos, la enfermedad es causada por un cambio en la hipófisis, el lugar del cerebro que produce la hormona del crecimiento, y por lo tanto el tratamiento se hace para reducir la producción de la hormona, lo que puede hacerse a través de la cirugía, el uso de medicamentos o la radiación, por ejemplo.

Principales síntomas

Adultos con acromegalia o niños con gigantismo generalmente tienen manos, pies y labios mayores de lo normal, así como trazos groseros en la cara. Además, el exceso de hormona del crecimiento puede todavía causar:

Sintomas de gigantismo e como tratar

hormigueo o ardor en las manos y los pies;

Exceso de glucosa en la sangre;

  • Presión alta;
  • Dolor e hinchazón en las articulaciones;
  • Cansancio excesivo.
  • Además, como existe la posibilidad de que el exceso de hormona del crecimiento esté siendo producido por un tumor benigno en la hipófisis, también pueden surgir otros síntomas como dolores de cabeza regulares, problemas de visión o disminución del deseo sexual, por ejemplo.
  • Cómo confirmar el diagnóstico

Cuando hay sospechas de tener gigantismo, se debe realizar un análisis de sangre para evaluar los niveles de IGF-1, una proteína que está aumentada cuando los niveles de hormona del crecimiento también están por encima de lo normal, indicando acromegalia o gigantismo.

Después del examen, especialmente en el caso del adulto, se puede pedir una tomografía computarizada, por ejemplo, para identificar si existe algún tumor en la hipófisis que pueda estar alterando su función.

Cómo se realiza el tratamiento

El tratamiento del gigantismo varía de acuerdo con lo que está causando el exceso de hormona del crecimiento. Así, si existe un tumor en la hipófisis, normalmente se recomienda hacer una cirugía para retirar el tumor y reponer la correcta producción de hormonas. Sin embargo, si no existe una razón para la alteración del funcionamiento de la hipófisis o si la cirugía no resulta, el médico sólo puede indicar el uso de radiación o medicamentos, como análogos de la somatostatina o agonistas de la dopamina, por ejemplo, que deben usarse durante toda la vida para mantener los niveles de la hormona controlados. La acromegalia y el gigantismo normalmente son causados ​​por la presencia de un tumor en la hipófisis, que produce hormona del crecimiento, aumentando su concentración en la sangre y haciendo que los órganos y partes del cuerpo aumentan en exceso.