¿Qué es el ultrasonido transvaginal y para qué sirve
A través de las imágenes producidas por este examen es posible diagnosticar diferentes problemas de la región pélvica, como quistes, infecciones, embarazo ectópico, cáncer o, incluso, confirmar un posible embarazo.
Una vez que el examen de ultrasonido tiene varias ventajas, ya que no es doloroso, no emite radiación y produce imágenes nítidas y detalladas, es casi siempre uno de los primeros exámenes recomendados por el ginecólogo cuando es necesario evaluar la causa de alguna alteración en el sistema reproductor de la mujer.
Cuando se debe hacer
En la mayoría de los casos, la ultrasonografía transvaginal se utiliza para identificar causas para síntomas como dolor pélvico, infertilidad o sangrado anormal, sin causa aparente. Sin embargo, también puede ser aconsejado cuando hay sospechas de presencia de quistes o embarazo ectópico, así como para colocar el DIU.
Ya durante el embarazo, este examen puede ser solicitado para:
Identificar primeros signos de posible aborto;
- Monitorear el latido del corazón del bebé;
- Examinar la placenta;
- Identificar las causas de sangrado vaginal.
- En algunas mujeres, el ultrasonido transvaginal también puede ser utilizado como una forma de confirmar una gestación, especialmente en los casos de embarazo precoz, por ejemplo.
Precio del examen
El precio del examen de ultrasonido transvaginal puede variar entre aproximadamente 100 a 300 reales, dependiendo de la región y de la clínica seleccionada. Sin embargo, durante el embarazo y en otros casos evaluados por el ginecólogo, la ultrasonografía puede ser hecha por el SUS sin costo alguno.
Cómo debe ser la preparación
Generalmente no es necesario ningún tipo de preparación específica, sólo se recomienda llevar ropa cómoda y que pueda retirarse fácilmente. En el caso de que la mujer esté menstruada o tenga sangrados fuera del período menstrual, sólo se recomienda quitar el absorbente interno, si está utilizando.
En algunos exámenes, el médico puede pedir que haga el ultrasonido con la vejiga llena, para alejar el intestino y facilitar la obtención de las imágenes y, por lo tanto, los técnicos del examen pueden ofrecer 2 a 3 vasos de agua alrededor de 1 hora antes del examen. En estos casos, sólo se aconseja que no se utilice el baño hasta que se realice el examen.
Cómo se realiza el examen
El examen se realiza con la mujer acostada en una silla ginecológica con las piernas abiertas y ligeramente dobladas. Durante el examen, el médico inserta el aparato de ultrason, que está protegido con un condón y con un lubricante, en el canal vaginal y lo deja quedar por 10 a 15 minutos, pudiendo moverlo algunas veces para obtener mejores imágenes.
Durante esta parte del examen es posible que se siente una ligera presión en la barriga o dentro de la vagina, pero no se debe sentir dolor. En caso de que esto ocurra, es importante informar al ginecólogo para que interrumpa el examen o adecúe la técnica utilizada.