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Cómo se realiza el tratamiento de la Espondilitis anquilosante

Tratamiento con medicamentos anti-inflamatorios como Acetaminofeno, Naprosin o Feldene, fisioterapia y ejercicio físico son los principales tratamientos recomendados para la Espondilitis Anquilosante, una enfermedad genética, que causa inflamación crónica.

Esta enfermedad, provoca dolor en la región de los glúteos y en el fondo de la espalda, sensación de rigidez o de movimientos presos, dolor en las articulaciones o dificultad para respirar y puede conducir a la invalidez. La Espondilitis Anquilosante es más común en hombres entre los 20 y los 30 años de edad, a veces asociada a otros problemas como psoriasis o enfermedades inflamatorias intestinales.

El tratamiento de la Espondilitis anquilosante es generalmente hecho con medicamentos analgésicos y antiinflamatorios, que sirven para aliviar el dolor y la inflamación causados ​​por la enfermedad, como:

Aspirina

  • Acetaminofeno;
  • Naprosin o Naproxeno;
  • Voltaren o Diclofenaco;
  • Feldene o Piroxicam;
  • Profenid o Cetoprofeno.
  • Éstos son algunos remedios que se pueden utilizar bajo indicación médica en el tratamiento de esta enfermedad, que alivian el dolor, suprimen la inflamación y controlan la rigidez del cuerpo, permitiendo un mejor reposo del cuerpo durante la noche. Además, cuando la enfermedad también afecta a otras articulaciones, también se pueden utilizar otros medicamentos como sulfasalazina o metotrexato, que ayudan en el tratamiento de esta enfermedad.

La fisioterapia es otro tipo de tratamiento que debe ser utilizado para tratar la Espondilitis Anquilosante, pues tiene como función mejorar el movimiento del cuerpo y de las articulaciones, así como ayuda a corregir la postura.

En los casos más graves, cuando existe una articulación muy dañada por ejemplo, puede ser recomendada la cirugía para corregir el problema y colocar una prótesis si es necesario.

¿Cuáles son los Ejercicios Recomendados

Para prevenir la evolución de la enfermedad, se recomienda practicar regularmente ejercicio físico que ayude en la movilización de los hombros y caderas.

Natación, pilates, hidroginástica, zumba, carrera y danza son algunos de los ejercicios recomendados para estos casos, siendo importante evitar deportes más exigentes para el cuerpo o de contacto como luchas o artes marciales. Conozca algunos de los beneficios de la zumba para el cuerpo en Zumba adelgaza y tonifica. El diagnóstico de la Espondilitis Anquilosante se realiza a través de la evaluación y observación de los síntomas manifestados, siendo importante evaluar si el dolor que surge es lento y gradual y si es peor en las últimas horas del día o por la mañana. Además, como los brotes de inflamación pueden surgir también en otros lugares además de la columna vertebral como en las articulaciones como cadera, hombros, tobillos y rodillas, es importante estar atento al surgimiento de dolor o incomodidad en estas regiones. Más información sobre cómo se realiza el diagnóstico en Conozca los Síntomas de la Espondilitis Anquilosante.