Cómo identificar y tratar la polimialgia reumática
Principales síntomas
Los signos y síntomas de la polimialgia reumática normalmente aparecen de los dos lados del cuerpo e incluyen:
Dolor intenso en los hombros que puede irradiar hacia el cuello y los brazos;
Dolor en la cadera que puede irradiar hacia el trasero;
Rigidez y dificultad para mover los brazos o las piernas, especialmente después de despertar;
- Dificultad para levantar la cama;
- Sensación de cansancio excesivo;
- Fiebre por debajo de 38ºC.
- A lo largo del tiempo y con el surgimiento de varias crisis, pueden surgir otros síntomas como sensación general de malestar, falta de apetito, pérdida de peso e incluso depresión.
- Como se hace el diagnóstico
- El diagnóstico de la polimialgia reumática puede ser difícil de confirmar, ya que los síntomas son similares a otras enfermedades articulares, como artritis o artritis reumatoide. De esta forma, puede ser necesario hacer varios exámenes, como exámenes de sangre o resonancia magnética para descartar otras hipótesis.
En algunos casos, puede incluso iniciarse el uso de medicamentos para otras enfermedades antes de llegar al diagnóstico correcto y, si los síntomas no mejoran, el tratamiento se cambia para tratar de resolver una nueva hipótesis de diagnóstico.
Cómo tratar
La principal forma de tratamiento de esta enfermedad consiste en el uso de medicamentos corticoides, como la Prednisolona, para ayudar a reducir la inflamación en las articulaciones y aliviar los síntomas de dolor y rigidez.
Normalmente, la dosis inicial del tratamiento con corticoides es de 12 a 25 mg al día y se reduce a lo largo del tiempo hasta que se alcance la menor dosis posible sin que los síntomas vuelva a aparecer. Esto se hace porque los medicamentos corticoides, cuando se usan a menudo, pueden causar diabetes, aumento del peso e incluso infecciones frecuentes.
Más información sobre el efecto de estos medicamentos en el cuerpo.
Además, el reumatólogo puede recomendar la ingesta de calcio y vitamina D, a través de suplementos o alimentos como el yogurt, la leche o el huevo, para fortalecer los huesos y evitar algunos de los efectos colaterales de los corticoides.
Tratamiento con fisioterapia
Las sesiones de fisioterapia están recomendadas para personas que se quedaron mucho tiempo sin poder moverse correctamente debido a los dolores y rigidez provocados por la polimialgia reumática. En estos casos, el fisioterapeuta hace algunos ejercicios para alargar y fortalecer los músculos.