Primeros síntomas del VIH y del SIDA

Sin embargo, en algunas personas el virus puede causar síntomas similares a los de la gripe, que surgen cerca de 2 semanas después del contacto con el virus. Estos síntomas pueden incluir:

Dolor de cabeza;

1. Fiebre baja;
2. Cansancio excesivo;
3. Íncias inflamadas;
4. Garganta inflamada;
5. Dolor en las articulaciones;
6. Aftas en la boca;
7. Sudoración nocturna;
8. Diarrea.
9. Generalmente, estos síntomas mejoran en hasta 2 meses y, por eso, acaban siendo confundidos con una gripe. Sin embargo, aunque los síntomas hayan desaparecido, esto no significa que el virus ha sido eliminado y, por lo tanto, sigue dormido en el organismo.

Esta fase sin síntomas puede durar hasta 10 años y, durante ese período, el virus continúa desarrollándose silenciosamente en el cuerpo, afectando el funcionamiento del sistema inmune y acabando por desarrollar el SIDA.

Idealmente, el VIH debe ser diagnosticado durante esta fase, antes de desarrollar SIDA, pues el virus aún se encuentra en baja concentración en el organismo, siendo más fácil de controlar su desarrollo con medicamentos. Además, el diagnóstico precoz también evita que el virus se extienda a otras personas, ya que a partir de ese momento no se debe volver a tener relaciones sin preservativo.

Principales síntomas del SIDA

Después de unos 10 años sin provocar ningún tipo de síntoma, el VIH puede provocar un síndrome conocido como SIDA, que se caracteriza por un gran debilitamiento del sistema inmune. Cuando esto ocurre, los síntomas, que esta vez incluyen:

Fiebre alta constante;

• Sudoración nocturna frecuente;
• Manchas rojas en la piel, llamadas de Sarcoma de Kaposi;
• Dificultad para respirar;
• Tos persistente;
• Manchas blancas en la lengua y la boca;
• Heridas en la región genital;
• Pérdida de peso;
• Problemas de memoria.
• En esta fase, también es frecuente que la persona sufra con infecciones frecuentes como amigdalitis, candidiasis e incluso neumonía y, por lo tanto, el médico puede desconfiar del diagnóstico del VIH cuando surgen muchas infecciones seguidas.

Cuando ya se ha desarrollado SIDA es mucho más difícil tratar de controlar el avance de la enfermedad con medicamentos y, por eso, muchos pacientes con el síndrome acaban necesitando quedarse internados para evitar y tratar las infecciones que van surgiendo.

Cómo se trata el tratamiento del SIDA El tratamiento del SIDA se realiza con un cóctel de medicamentos suministrados gratuitamente por el gobierno, que pueden incluir los siguientes medicamentos: Etravirina, Tipranavir, Tenofovir, Lamivudina, Efavirenz.

Ellos combaten el virus y aumentan la cantidad y calidad de las células de defensa del sistema inmune. Pero, para que tengan el efecto esperado, es necesario seguir correctamente las orientaciones del médico y usar preservativo en todas las relaciones, para evitar la contaminación de otros y ayudar a controlar la epidemia de la enfermedad. Más información sobre el tratamiento en: Tratamiento del SIDA.

El uso del preservativo es importante incluso en las relaciones sexuales con parejas ya infectadas con el virus del SIDA. Este cuidado es importante, pues existen varios tipos de virus VIH y, por lo tanto, los socios pueden ser infectados con un nuevo tipo de virus, dificultando el control de la enfermedad.

Entender mejor el SIDA

El SIDA es una enfermedad causada por el virus VIH que debilita el sistema inmune, dejando al individuo débil y propenso a enfermedades que serían de fácil resolución.

Después de la entrada del virus en el organismo, las células de defensa tratan de impedir su acción y, cuando parecen conseguir, el virus cambia de forma y el cuerpo necesita fabricar otras células de defensa capaces de bloquearlo.

Cuando existe una menor cantidad de virus VIH en el organismo y una buena cantidad de células de defensa, el individuo queda en la fase asintomática de la enfermedad, que puede durar hasta 10 años. Sin embargo, cuando la cantidad de virus en el organismo es mucho mayor que sus células de defensa, surgen los síntomas del SIDA, pues el organismo ya está más debilitado y no puede coger ni siquiera enfermedades que serían de fácil resolución. Por eso, la mejor forma de tratar el SIDA es evitar una recontaminación con el virus y tomar correctamente los medicamentos suministrados por el médico.