Una forma de diferenciar los síntomas de presión alta o de baja presión es que, en la presión baja, es más común sentirse débil y con la sensación de desmayo, mientras que en la presión alta es más frecuente sentir palpitaciones o un dolor de cabeza persistente. Sin embargo, la forma más eficaz de diferenciar es incluso medir la presión arterial en casa, utilizando un aparato electrónico, o en la farmacia.