Lo que puede ser hueso en la espalda
En la mayoría de los casos, un hueso en la espalda no es motivo de preocupación, sin embargo, si crece, es doloroso o no se mueve al tacto, lo mejor es ir al médico para evitar complicaciones.
1. Lipoma
El lipoma es un género de hueso de forma redondeada, compuesto por células de grasa, que surge en la piel y crece lentamente. Este tipo de hueso generalmente no duele ni degenera en el cáncer. Aprenda cómo identificar el lipoma.
Cómo tratar
El tratamiento del lipoma consiste en la realización de una cirugía de remoción con anestesia local. En los días siguientes a la cirugía, se puede aplicar un aceite o una crema cicatrizante sobre la cicatriz como el cicatrene o el bio-oil, por ejemplo.
2. Cisto sebáceo
El quiste sebáceo es una especie de hueso que se forma debajo de la piel, que se compone de sebo. Este tipo de hueso es generalmente suave, puede moverse al tacto y generalmente no duele, a menos que se inflame y en estos casos se vuelve rojo, caliente, sensible al tacto y dolor, requiriendo tratamiento médico. Sepa cómo identificar el quiste sebáceo.
Cómo tratar
Generalmente no es necesario ningún tratamiento para el quiste sebáceo. Sin embargo, si se vuelve incómodo, crezca más de 1 centímetro de diámetro o provoque dolor debido a una inflamación o infección, debe ser removido a través de cirugía, que puede ser realizada en el consultorio medico, bajo anestesia local. Además, puede ser necesario tomar un antibiótico alrededor de una semana antes para evitar infecciones.
Si el quiste no está inflamado o no provoque molestias, un buen tratamiento que ayuda en su remoción es colocar una bolsa de agua caliente durante 15 minutos en la región, lo que promueve la dilatación y facilita la salida espontánea de su contenido.
3. Furunculos
El Furúnculo consiste en una infección en la raíz del vello, que origina un hueso rojizo, caliente y dolorido, con la presencia de pus, parecido a una espina, que generalmente desaparece al cabo de algunos días. Sin embargo, si el furúnculo no cura en dos semanas, se recomienda consultar al dermatólogo para tratar el problema. Haga la prueba para saber si tiene un furúnculo.
Cómo tratar
Para el furúnculo, se debe llevar la región todos los días con agua y jabón antiséptico y aplicar compresas de agua tibia en la región, que ayudan a retirar el pus. Si el problema persiste, se debe consultar al dermatólogo para iniciar el uso de pomadas antibióticas como el Ictol o el Furacin, por ejemplo.
Además, se debe evitar exprimir o estallar el furúnculo, ya que puede agravar la infección y esparcirla a otros lugares de la piel.
4. Cáncer
En casos muy raros, el surgimiento de un hueso en la espalda puede ser signo de carcinoma basocelular, que es un tipo de cáncer que aparece como pequeñas manchas que crecen lentamente a lo largo del tiempo, pero que no afectan a otros órganos más allá de la piel.
Este tipo de cáncer se desarrolla generalmente en lugares más expuestos a la luz del sol y se caracteriza por una pequeña elevación en la piel, con la apariencia de una herida que no cicatriza o que sangra repetidamente, de color blanquecino, donde puede ser posible observar vasos sanguineos. Más información sobre esta enfermedad.
Cómo tratar
Las señales deben ser observadas por un dermatólogo y si es necesario, puede realizar una biopsia para evaluar si existen células malignas.
El tratamiento consiste en una cirugía láser o con aplicación de frío en el lugar de la lesión, para eliminar y eliminar las células malignas. Posteriormente a la cirugía, se deben realizar exámenes con regularidad para evaluar si el cáncer continúa creciendo o si se ha curado.
Cuando la cirugía no resulta, puede ser necesario hacer algunas sesiones de radioterapia o quimioterapia.
Cuando vaya al médico
Generalmente, la aparición de un hueso detrás de la espalda no es motivo de preocupación, sin embargo, es aconsejable ir al médico si el hueso:
Crecer;
- Es doloroso, rojo y caliente al tacto;
- Es duro al tacto y no se mueve;
- Volver a crecer después de ser removido.
- Además, si se produce hinchazón de los lados del cuello, axila o ingle que no desaparece con el tiempo, se debe informar al médico.