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La tos ferina, también conocida como Pertussis o Tos largo, es una infección altamente contagiosa causada por la bacteria

La tos ferina tiene cura y su tratamiento consiste en la ingestión de antibióticos. Síntomas de la tos ferinaEl principal síntoma de la tos ferina es la tos seca que generalmente termina en una inspiración prolongada y profunda, generando un sonido agudo. Los signos y síntomas de la tos ferina todavía incluyen:

Nariz escurriendo, malestar y fiebre baja por, aproximadamente, 1 semana;

Después la fiebre desaparece o se vuelve más esporádica y la tos se vuelve súbita, rápida y corta;

Después de la segunda semana hay un empeoramiento del cuadro donde se observan otras infecciones, como neumonía o complicaciones en el sistema nervioso central.

  • Un individuo puede presentar tos ferina a cualquier edad, pero gran parte de los casos ocurre en bebés y niños menores de 4 años.
  • Más detalles en: Síntomas de la tos ferina.
  • Agente etiológico de la tos ferina

El principal agente etiológico de la tos ferina es la bacteria

Bordetella pertussis

, pero otros microorganismos que también pueden desencadenar la tos ferina, como el virus sincitial respiratorio, adenovirus, hemófilo,

Mycoplasma pneumoniae ,Clamydia trachomatis y aClamydia pneumoniae . Transmisión de la tos ferina La transmisión de la tos ferina ocurre a través del aire. La persona infectada disemina los microorganismos de la tos ferina a través de las gotitas de saliva expelidas a través de la tos, estornudos o por el hablar.La enfermedad deja de ser contagiosa después de la tercera semana de la enfermedad. El individuo puede tener tos ferina más de una vez, pero un segundo episodio, normalmente, es discreto y no siempre se diagnostica como tos ferina.

Prevención de la tos ferina

La prevención de la tos ferina se puede realizar a través de la vacunación. Las dosis de la vacuna deben administrarse a los 2, 4 y 6 meses de edad, con refuerzo a los 15 y 18 meses. Los individuos que no hayan sido correctamente inmunizados pueden tomar la vacuna en la vida adulta, incluso embarazadas.

Además, es importante no permanecer en lugares cerrados con individuos con tos, pues puede ser tos ferina, y evitar el contacto con individuos ya diagnosticados con la enfermedad, pues la vacunación no impide el surgimiento de la enfermedad, sólo disminuye su gravedad.

Más información en: Vacuna contra la difteria, el tétano y la tos ferina.

Tratamiento para la tos ferina

El tratamiento para la tos ferina se realiza con la ingestión de antibióticos recetados por el médico, pero sólo tiene efecto en la fase inicial de la enfermedad. A pesar de ello, el médico puede prescribir el antibiótico en una fase más avanzada de la enfermedad para eliminar las bacterias de las secreciones y así ahorrar a otros individuos.

En los niños pequeños puede ser necesario el internamiento hospitalario, pues las crisis de tos pueden ser tan fuertes que rompen las pequeñas venas y las arterias cerebrales, pudiendo llevar a complicaciones en el cerebro.

Véase también:

Remedio casero para la tos ferina.