Los pacientes con esta enfermedad se sienten como principales síntomas:
dolor intenso en las articulaciones.
Con el avance de la enfermedad, la piel crea un aspecto tenso, rígido y oscuro, impidiendo que los pacientes cambien sus expresiones faciales, las venas del cuerpo se vuelven más visibles y groseras, haciéndose visibles en las manos, boca y lengua. En algunos casos, se desarrollan tumores de calcio y heridas en los dedos y las articulaciones.
No existe cura para la esclerodermia y el tratamiento sólo suaviza los síntomas de la enfermedad, utilizando medicamentos antiinflamatorios no esteroides y penilcilamina.