Hiperémesis gravídica: qué es y cómo tratar
En estos casos existe la persistencia de mareos y vómitos en exceso incluso después del tercer mes de embarazo, lo que puede provocar malestar y acabar comprometiendo el estado nutricional de la mujer, generando síntomas como boca seca, aumento de la frecuencia cardiaca y pérdida de peso arriba de 5% del peso corporal inicial. En los casos más leves, el tratamiento puede ser hecho en casa con alteraciones en la dieta y uso de medicamentos antiácidos, por ejemplo, ya en los casos más graves, puede ser necesario permanecer internada en el hospital para reajustar el desequilibrio de líquidos en el organismo y hacer medicinas directamente en la vena.
Como saber si es hiperémesis gravídica
En la mayoría de los casos, la mujer que sufre con hiperemesis gravídica no puede aliviar la voluntad de vomitar utilizando los remedios naturales más comunes, como el picolé de limón o el té de jengibre. Además, pueden surgir otros signos y síntomas, como:
Dificultad para comer o beber algo sin vomitar a continuación;
Pérdida de más del 5% del peso corporal;
- Boca seca y disminución de la orina;
- Cansancio excesivo;
- Lengua cubierta por una capa blanca;
- Hálito ácido, similar al alcohol;
- Aumento de la frecuencia cardíaca y disminución de la presión arterial.
- Sin embargo, aunque no existan estos signos y síntomas, pero los mareos y los vómitos están dificultando la realización de las actividades diarias, es muy importante consultar al obstetra para evaluar la situación e identificar si se trata de un caso de hiperemesis gravídica, iniciando - el tratamiento adecuado.
- ¿El vómito excesivo perjudica al bebé?
En general no hay consecuencias del exceso de vómito para el bebé, pero aunque son raras, pueden ocurrir algunas situaciones como el bebé nacer con bajo peso, tener un parto prematuro o desarrollar un bajo CI. Pero estas complicaciones sólo ocurren en los casos en que la hiperemesis es muy grave o en la falta de un tratamiento adecuado.
Cómo controlar la hiperemesis gravídica
En los casos más leves en los que no hay pérdida de peso acentuada, ni riesgo para la salud de la madre o del bebé, el tratamiento puede ser hecho con reposo y buena hidratación. Un nutricionista puede aconsejar un tratamiento nutricional, haciendo la corrección de los disturbios ácido-básicos y electrolíticos en el organismo.
Algunas estrategias caseras que pueden ayudar a combatir el mareo matinal y los vómitos son:
Comer 1 galleta de agua y sal justo al despertar
antes de salir de la cama;
- Tomar pequeños goles de agua heladavarias veces al día, principalmente cuando se siente mareado;
- Chupar picolé de limón o naranja después de las comidas;
- Evitar los olores fuertes como perfumes y la preparación de las comidas. Sin embargo, en los casos más graves, es posible que la embarazada no sienta ninguna mejora después de adoptar estas estrategias, siendo necesario volver a consultar al obstetra para iniciar el uso de un remedio para mareo, como Proclorperazina o Metoclopramida. Si aún así la gestante continúa sufriendo con hiperémesis gravídica y está perdiendo mucho peso, el médico puede aconsejar permanecer internado en el hospital hasta que los síntomas mejoren.
- Lo que causa el exceso de vómito Las principales causas del vómito excesivo son los cambios hormonales y el factor emocional, sin embargo, esta condición también puede ser causada por citocinas que penetran en la circulación materna, deficiencia de la vitamina B6, reacción alérgica o gastrointestinal y, por eso, se debe buscar ayuda médica.