Cistitis intersticial
La cistitis intersticial, también conocida como Síndrome de la vejiga dolorosa, es una inflamación crónica de las paredes de la vejiga que causa su espesamiento y disminución de la capacidad de la vejiga de acumular la orina. La cistitis es más común en las mujeres que en los hombres.
La causa de la cistitis intersticial crónica es aún desconocida y sus síntomas pueden ser: Dolor o incomodidad que empeora con la vejiga llena;
- Voluntad frecuente de orinar;
- Dolor y sensibilidad de la zona genital;
- Dolor durante la eyaculación en los hombres;
- Dolor intenso durante la menstruación.
- Los síntomas de la cistitis intersticial varían de individuo a individuo y pueden también cambiar con el tiempo. En los casos más graves de la cistitis intersticial, la calidad de vida del paciente puede ser afectada, provocando casos de depresión.
Tratamiento de la cistitis intersticial
El tratamiento de la cistitis intersticial consiste en aliviar los síntomas, pues no existe un tratamiento para curar la enfermedad. Algunas opciones de tratamiento de la cistitis intersticial son:
Hidrodistensión de la vejiga en la que el médico aumenta lentamente la vejiga llenándola de líquido;
- Entrenamiento de la vejiga en que se utilizan técnicas para relajar la vejiga;
- Instilación de la vejiga en la que se introducen medicamentos como ácido hialurónico o BCG para ayudar a reducir la voluntad de orinar;
- Uso de medicamentos como antihistamínico, antidepresivo amitriptilina o ciclosporina;
- Cambios en la dieta, eliminando el consumo de café, refrescos y chocolate;
- Dejar de fumar.
- Si las opciones de tratamiento anteriores no tienen efecto y el dolor sigue siendo bastante intenso, puede ser necesario recurrir a la cirugía para aumentar el tamaño de la vejiga o, en casos graves, retirar la vejiga.
Cistitis intersticial en el embarazo
La cistitis intersticial parece no afectar la fertilidad de la mujer y la salud del bebé.
Algunas mujeres con cistitis intersticial durante el embarazo tienen mejoría de los síntomas de la enfermedad, pero otras pueden empeorar, no habiendo relación directa entre la cistitis intersticial y el embarazo.
Si la mujer tiene cistitis intersticial y desea embarazarse, debe hablar previamente con el médico para reevaluar los medicamentos que está usando para controlar la enfermedad, ya que pueden no ser seguros para el bebé durante el embarazo.