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Cómo ayudar a su hijo a enfrentar el cáncer

Los niños y los adolescentes reaccionan al diagnóstico del cáncer de forma diferente, según su edad, desarrollo y personalidad. Sin embargo, hay algunos sentimientos que son comunes en los niños de la misma edad y, por lo tanto, también hay algunas estrategias que los padres pueden hacer para ayudar a su hijo a enfrentar el cáncer.

Vencer el cáncer es posible, pero no siempre la llegada de la noticia es recibida de la mejor forma, además del tratamiento tiene muchos efectos colaterales involucrados. Sin embargo, hay algunas estrategias que pueden ayudar a superar esta fase delicada de forma más suave y confortable.

Niños hasta los 6 años

¿Cómo se sienten?

Los niños con esta edad tienen miedo de quedarse separados de los padres, y tienen miedo y se sienten molestos por tener que realizar procedimientos médicos dolorosos, pudiendo tener acceso de rabia, gritar, golpear o morder. Además, pueden tener pesadillas, volver a tener comportamientos antiguos como hacer pis en la cama o chupar el dedo y rehusarse a cooperar, resistir a órdenes o interactuar con otras personas.

¿Qué hacer?

  • Calmar, abrazar, hacer cariño, cantar, tocar una canción para el niño o distraerla con juguetes;
  • Estar siempre con el niño durante las pruebas o procedimientos médicos;
  • Tener el animalito de peluche, manta o juguete favorito del niño en el cuarto;
  • Crear un cuarto de hospital alegre, colorido, con buena iluminación, con objetos personales del niño y dibujos hechos por ella;
  • Mantener la programación habitual del niño, como el horario del sueño y las comidas;
  • Tomar un tiempo del día para jugar con el niño, jugando o haciendo una actividad;
  • Usar teléfono, computadora u otros medios para que el niño pueda ver y oír a un padre que no puede estar con ella;
  • Dar explicaciones muy simples de lo que está sucediendo, incluso cuando está triste o llorando como por ejemplo "Me estoy sintiendo un poco triste y cansado hoy y llorar me ayuda a quedar mejor";
  • Enseñar al niño a expresar sus sentimientos de forma sana como dibujar, hablar o golpear en una almohada, en lugar de morder, gritar, golpear o patear;
  • Recompensar el buen comportamiento del niño cuando coopera con exámenes o procedimientos médicos, dando un helado, por ejemplo, si esto es posible.

Niños de 6 a 12 años

¿Cómo se sienten?

Los niños con esta edad pueden enfadarse por tener que faltar a la escuela y dejar de ver a los amigos y colegas de la escuela, culpables de pensar que pueden haber causado el cáncer y preocupados por pensar que el cáncer se asocia. Los niños entre los 6 y los 12 años también pueden mostrar rabia y tristeza por haber quedado enfermos y por su vida haber cambiado.

¿Qué hacer?

  • Explicar el diagnóstico y el plan de tratamiento de forma sencilla para el niño entender;
  • Responder a todas las preguntas del niño con sinceridad y de forma sencilla. Por ejemplo, si el niño pregunta "¿Me voy a quedar bien?" responder con sinceridad: "No sé, pero los médicos van a hacer todo lo que sea posible";
  • Insistir y reforzar la idea que el niño no causó el cáncer;
  • Enseñar al niño que tiene derecho a estar triste o con rabia, pero que debe hablar de ello con los padres;
  • Compartir con el profesor y colegas de la escuela qué está pasando con el niño, animando al niño a hacer eso también;
  • Organizar actividades diarias de escritura, dibujo, pintura, collage o ejercicio físico;
  • Ayudar al niño a tener contacto con hermanos, amigos y colegas de la escuela a través de visitas, tarjetas, llamadas telefónicas, mensajes de texto, juegos de vídeo, redes sociales o correo electrónico;
  • Desarrollar un plan para que el niño mantenga contacto con la escuela, asistiendo a las clases a través de la computadora, teniendo acceso a la materia y la lección de casa, por ejemplo;
  • Animar al niño a conocer a otros niños con la misma enfermedad.

Adolescentes de 13 a 18 años

¿Cómo se sienten?

Los adolescentes se sienten aburridos por tener que faltar a la escuela y dejar de estar con sus amigos, además de sentir que no tienen libertad o independencia y que necesitan el apoyo de sus amigos o de los profesores, que no siempre está presente. Los adolescentes también pueden jugar con el hecho de tener cáncer o intentar pensar positivo y en otro momento, rebelarse contra los padres, los médicos y los tratamientos.

¿Qué hacer?

  • Ofrecer comodidad y empatía, y usar el humor para lidiar con la frustración;
  • Incluir al adolescente en todas las discusiones sobre el diagnóstico o plan de tratamiento;
  • Animar al adolescente a hacer todas las preguntas a los médicos;
  • Insistir y reforzar la idea que el adolescente no causó el cáncer;
  • Dejar al adolescente hablar solo con los profesionales de la salud;
  • Animar al adolescente a compartir noticias sobre su enfermedad con los amigos y mantener contacto con ellos;
  • Animar al adolescente a escribir un diario para que pueda exteriorizar sus sentimientos;
  • Organizar visitas de amigos y planificar actividades en conjunto, si es posible;
  • Desarrollar un plan para el adolescente mantener contacto con la escuela, asistiendo a las clases a través del ordenador, teniendo acceso a la materia y la lección de casa, por ejemplo;
  • Ayudar al adolescente a tener contacto con otros adolescentes con la misma enfermedad.

Los padres también sufren de los hijos con este diagnóstico y, por eso, para cuidar bien de ellos, necesitan cuidar de su propia salud. El miedo, la inseguridad, la culpa y la rabia pueden ser amenizadas con la ayuda de un psicólogo, pero el apoyo de la familia también es importante para renovar las fuerzas. De esta forma, se recomienda que los padres separen momentos durante la semana para descansar y para conversar sobre este y otros asuntos.

Durante el tratamiento, es común que el niño no siente ganas de comer y perder peso, así que vea cómo mejorar el apetito del niño en el tratamiento del cáncer.