es.odysseedubienetre.beEl esófago de Barrett es un tipo de lesión del esófago causado por episodios repetidos de reflujo gastroesofágico y su tratamiento suele ser hecho como uso de medicamentos que disminuyen la acidez en el estómago, preferentemente, orientados por un gastroenterólogo. Los principales incluyen:
Además, también es muy importante adoptar buenos hábitos de alimentación, con una dieta que evite las digestión difíciles y disminuya la frecuencia de los reflujos.
Cuando el tratamiento a través de medicamentos y la dieta no son suficientes, una alternativa es la realización de una cirugía, conocida como la cirugía anti-reflujo, en la que se construye una nueva válvula gastroesofágica, usando una porción del estómago. En los casos más graves, en los que existen mayores posibilidades de transformación en cáncer, puede ser necesaria la realización de cirugías más complejas, con la remoción del revestimiento interno del esófago, o, incluso, con la remoción de parte o todo el, esófago.
El control de la alimentación es un paso importante para ayudar en el tratamiento del reflujo gastroesofágico y del Esófago de Barrett, siendo recomendado:
Otra sugerencia importante en la alimentación es comer despacio y masticar bien los alimentos, pues este cuidado facilita la digestión y puede ayudar a prevenir el reflujo. Más información sobre qué alimentos causan acidez en la alimentación para evitar el ardor de estómago.
El esófago de Barrett es considerado una complicación de la enfermedad del reflujo gastroesofágico, pues la exposición frecuente de la mucosa del esófago al contenido del estómago causa una inflamación crónica y una alteración del tipo de célula que compone esta región , situación llamada metaplasia intestinal, y es un intento de protección contra la acidez.
Las personas portadoras de esta situación tienen un mayor riesgo de desarrollar cáncer de esófago, por lo que el tratamiento debe realizarse correctamente. También se recomienda un seguimiento regular de la mejora o empeoramiento de la lesión, a través de reevaluaciones con el gastroenterólogo, además de la realización de endoscopias con biopsia en un intervalo que varía de meses a años, dependiendo de la gravedad de la lesión de cada persona.
A pesar de no siempre provocar síntomas, el portador de esófago de Barrett puede presentar síntomas de reflujo gastroesofágico, como ardor de estómago, mal sabor en la boca, mala digestión, sensación de quemazón, tos, ronquera y dolor e inflamación en la garganta. Entiende mejor lo que es y cómo indetificar el reflujo gastroesofágico.
El diagnóstico del Esófago de Barrett se realiza a través de endoscopia, un examen en el que se inserta un tubo a través de la cavidad oral y que permite la observación del revestimiento del esófago, y la confirmación se realiza con el análisis de la biopsia recogida durante la realización de este examen, con una pequeña muestra del tejido del esófago, que luego es analizada por el médico y en laboratorio. Ver más sobre cómo se realiza la endoscopia.
Una promesa para agilizar y evitar endoscopias repetidas para el diagnóstico del Esófago de Barrett, es el examen hecho con cápsulas, como el Cytosponge, que consiste en tragar una cápsula guiada que recorre el tracto gastrointestinal y es capaz de tomar muestras de tejidos. Sin embargo, este método todavía pasa por pruebas y no se hace de rutina.
Sólo después del análisis de los exámenes, el médico podrá concluir el diagnóstico e indicar el tratamiento más adecuado.
El Esófago de Barrett es más común en personas con historia de reflujo gastroesofágico, que es peor por factores como malos hábitos alimenticios como consumo excesivo de frituras o de refrescos, tabaquismo y obesidad. Por lo tanto, es aconsejable ir al médico si siente síntomas de reflujo, como ardor o sensación de quemazón, por ejemplo, o si tiene antecedentes familiares de esta enfermedad, para investigar si hay este tipo de complicación y hacer el tratamiento correcto.
