Aprenda lo que sucede cuando el parto es inducido
El parto puede ser inducido por los médicos cuando el trabajo de parto no comienza solo o cuando existen situaciones que pueden poner en riesgo la vida de la mujer o del bebé.
Este tipo de procedimiento puede ser realizado a partir de las 22 semanas de gestación, pero existen métodos caseros que pueden facilitar el proceso de inicio del trabajo de parto, como las relaciones sexuales, acupuntura y homeopatía, por ejemplo.
A pesar de que existen varias indicaciones para la inducción del parto, todas ellas deben ser investigadas por el médico, minuciosamente porque a veces es más seguro optar por una cesárea en lugar de intentar estimular el inicio del trabajo de parto normal con cualquier método. Ver como se hace la cesárea.
Cuando puede ser necesario inducir el parto
La inducción del parto, debe ser indicada por el obstetra, y puede ser indicado en los siguientes casos:
- Cuando el embarazo pasa de las 41 semanas sin inicio de las contracciones de forma espontánea;
- Ruptura de la bolsa de líquido amniótico sin inicio de las contracciones en 24 horas;
- Cuando la mujer es diabética o tiene otras enfermedades como enfermedad renal o pulmonar;
- Cuando el bebé tiene alguna malformación o no ha crecido lo suficiente;
- En caso de disminución del líquido amniótico;
Además, la aparición de enfermedades como la grasa en el hígado o colestasis gestacional trae riesgos para el bebé, también siendo necesario inducir el parto en estos casos. Ver más aquí.
Cuando puede ser peligroso inducir el parto
La inducción del parto no está indicada y por lo tanto no debe realizarse cuando:
- El bebé está en sufrimiento o muerto;
- Después de más de 2 cesáreas debido a la presencia de cicatrices en el útero;
- Cuando hay prolapso del cordón umbilical;
- Cuando la mujer está embarazada de gemelos o más bebés;
- Cuando el bebé se encuentra sentado o no se ha vuelto boca abajo;
- En caso de herpes genital activo;
- En caso de placenta previa;
- Cuando los latidos del corazón del bebé están disminuidos;
- Cuando el bebé es muy grande, pesando más de 4 kg.
Sin embargo, el médico es quien debe tomar la decisión si va a optar por la inducción del parto o no, teniendo en cuenta varios factores que evalúan el riesgo y el beneficio de la inducción.
Métodos para la inducción del parto en el hospital
La inducción del parto en el hospital puede ser hecha a través de 3 formas diferentes:
- Uso de medicamentos como Misoprostol, conocido comercialmente como Cytotec u otro medicamento llamado Ocitocina;
- Desprendimiento de las membranas durante un examen de tacto;
- Colocación de una sonda especial en la vagina y la región uterina. Estas tres formas son eficaces pero sólo se deben realizar en el hospital, donde la mujer y el bebé pueden ser bien acompañados por un equipo de médicos y equipos que pueden ser necesarios, si existe la necesidad de algún procedimiento para salvar la vida de la madre o del bebé.
Después del inicio del proceso de inducción del parto, las contracciones uterinas deben comenzar en unos 30 minutos. Normalmente el parto inducido duele más que el parto que inicia espontáneamente, pero esto puede ser solucionado con la anestesia epidural. Lea: ¿Anestesia saca completamente el dolor del parto normal?
Conozca las tres fases del trabajo de parto para saber qué esperar y cuándo hacer fuerza haciendo clic aquí.
Aprenda cómo aliviar el dolor del trabajo de parto a través de la respiración correcta y de las posiciones que puede adoptar durante el trabajo de parto.
Qué hacer para iniciar el trabajo de parto
Otras formas de facilitar el inicio del trabajo de parto que se pueden realizar antes de llegar al hospital, después de las 38 semanas de gestación, y con el conocimiento del obstetra, son:
Toma de medicamentos homeopáticos, como
- Caulophyllum;Sesiones de Acupuntura, usando la electroacupuntura;
- Tome el té de hojas de frambuesa, vea las propiedades y cómo preparar este té haciendo clic aquí.
- Estimulación mamaria, que puede ser hecha cuando la mujer que ya tiene otro hijo y éste vuelve a mamar;
- Práctica de ejercicios, como caminatas diarias, con velocidad suficiente para quedar jadeante.
- El aumento de las relaciones sexuales en la fase final de la gestación también favorece las contracciones uterinas y el trabajo de parto y por eso las mujeres que desean el parto normal también pueden invertir en esa técnica. Vea algunas posiciones que pueden hacer el contacto íntimo aún mejor para la mujer en esta fase de la vida, haciendo clic aquí.