es.odysseedubienetre.beEl palillo es un accesorio de madera que ya se utiliza desde hace muchos años para quitar pedazos de comida del medio de los dientes, evitando la acumulación de bacterias y el desarrollo de caries.
Sin embargo, su uso puede no ser tan beneficioso como se esperaba y puede, incluso, ser responsable de la aparición de problemas en la boca, especialmente infecciones, gingivitis o retracción de las encías, por ejemplo.
Así, la mejor opción es siempre utilizar el cepillo para limpiar los dientes o, si está fuera de casa, usar el hilo dental para remover la comida de los espacios entre los dientes. El palillo, sólo debe ser utilizado en último caso, cuando no existe otra opción disponible.
Aunque ayude a retirar fácilmente los pedazos de comida que quedan entre los dientes, el palillo también posee varias desventajas como:
Por ser un objeto duro, y que es que se utiliza con fuerza contra los dientes, el palillo puede causar una erosión del esmalte dental, que es la capa más exterior y que ayuda a proteger el diente contra las bacterias y las caries.
Aunque esta erosión es muy reducida, cuando se utiliza muy a menudo, el palillo puede causar fallas en el esmalte, que van aumentando con el tiempo y permitiendo la entrada de bacterias.
La punta fina del palillo es suficientemente afilada para perforar fácilmente la encía y causar una herida. Esta herida, además de provocar algún dolor e incomodidad, también termina siendo una puerta de entrada de bacterias para el cuerpo. Así, cuando mayor es el número de heridas y la frecuencia con que aparecen, mayor es el riesgo de tener una gingivitis.
La mayoría de la gente utiliza el palillo sin mucho cuidado, empujándolo con fuerza entre los espacios de los dientes para limpiar mejor la comida que se ha ido acumulando. Sin embargo, este movimiento puede hacer que los dientes se alejen ligeramente, especialmente si se hacen varias veces al día, funcionando como un aparato dental que está constantemente empujando los dientes, pero en la dirección contraria.
En las personas que tienen una encía retraída, los dientes pueden ser más visibles en la base, pudiendo, hasta, exponer la raíz del diente. Cuando esto sucede, es fácil llegar con el palillo en esa región del diente, que termina siendo más frágil y que puede romper o sufrir micro-fracturas debido a la acción del palillo.
Cuando la raíz es afectada, el diente queda menos estable y, por lo tanto, además de causar algún dolor, también existe el riesgo de que el diente caiga, ya que no se encuentra bien atrapado en la encía.
Aunque puede parecer que los palillos ayudan a limpiar los dientes y remover las bacterias, muchas veces lo que pasa es que el palillo quita sólo una parte de la suciedad, empujando el resto hacia un rincón los dientes. Esto hace que después, al usar el cepillo, sea más difícil eliminar la suciedad, que acaba acumulando bacterias y contribuyendo al crecimiento de la placa bacteriana y el desarrollo de caries.
