Entender por qué no debes sacudir al bebé
El Síndrome del Bebé Sacudido puede ocurrir cuando los adultos hacen movimientos bruscos en niños menores de 2 años de edad, como balancearlos hacia adelante y hacia atrás con fuerza y sin apoyar la cabeza o hacer bromas que involucran jugar al niño hacia arriba.
Estos movimientos bruscos pueden causar hemorragias y falta de oxígeno en el cerebro del bebé, ya que todavía tienen los músculos del cuello muy débiles, no tienen fuerza para sostener la cabeza de forma adecuada.
Síntomas
Los síntomas del síndrome son difíciles de identificar porque los bebés no pueden expresar lo que sienten, pero normalmente surgen problemas como:
- Irritabilidad excesiva;
- Tontura y dificultad para ponerse de pie;
- Dificultad para respirar;
- Falta de apetito;
- Tremores;
- Vómitos;
- Piel pálida o azulada;
- Dolor de cabeza;
- Dificultades para ver;
- Convulsiones.
Así, es necesario estar atento a señales como irritación, llanto constante, somnolencia, vómitos y presencia de hematomas en el cuerpo del bebé.
Además, es importante recordar que los síntomas no suelen surgir luego de la sacudida brusca en el niño, pero aparecen algunas horas o días después de la agresión.
Consecuencias
El cerebro del niño todavía es muy sensible hasta los 2 años de edad, pero las peores secuelas ocurren principalmente en bebés menores de 6 meses o que sufren malos tratos, pudiendo surgir retraso en el desarrollo, retraso mental, parálisis, pérdida de visión , pérdida de la audición, convulsiones, coma y muerte.
En la mayoría de los casos, este síndrome surge en familias inestables, con padres estresados, que no tratan bien con la llegada del bebé o con historial de alcoholismo, depresión o malos tratos familiares.
Qué hacer
Es necesario estar atento a las señales de cambios en el comportamiento que el bebé da y llevarlo al médico si surge algún síntoma del Síndrome del Bebé Sacudido para hacer exámenes complementarios como exámenes de sangre, radiografía o tomografía, que verifica si hay cambios en el cerebro.
Además, se debe observar si el niño tiene miedo de algún pariente o cuidador, que puede ser la fuente de los malos tratos o bromas abusivas.
También es importante recordar que embalar al bebé en los brazos, balancear el bebé apoyado en el regazo y sosteniendo la cabeza o usar el carrito para transportarlo, incluso en terreno que cause bolsas, no son causas de riesgo de salud para el niño.
Cómo tratar
El tratamiento se realiza de acuerdo con las secuelas y lesiones causadas por el síndrome en el bebé, pudiendo ser necesario el uso de medicamentos, psicoterapia o cirugías para reparar los daños.
Además, es importante que los padres y cuidadores también busquen ayuda con un psicoterapeuta para ayudar a controlar el estrés y la rabia, y aprender a lidiar con calma y paciencia con el niño.
Para saber controlar el llanto del bebé, vea:
- 6 Maneras de hacer que el bebé deje de llorar
- 10 Causas del llanto del bebé