es.odysseedubienetre.beLos niños con síndrome de Down normalmente se identifican poco después del nacimiento debido a sus características físicas asociadas al síndrome.
Algunos de los rasgos físicos más frecuentes incluyen:
Sin embargo, algunas de estas características también pueden estar presentes en recién nacidos que no tienen el síndrome y pueden variar mucho entre personas con el síndrome. Así, la mejor forma de confirmar el diagnóstico es hacer un examen genético, con el objetivo de identificar la existencia de las 3 copias del cromosoma 21.
Además de las características físicas comunes, las personas con síndrome de Down tienen aún mayores las posibilidades de tener problemas cardíacos, como insuficiencia cardíaca, por ejemplo, o enfermedades de la tiroides, como hipotiroidismo.
En casi la mitad de los casos, todavía hay cambios en los ojos que pueden incluir estrabismo, dificultad para ver de lejos o de cerca y, incluso, cataratas.
Como la mayoría de estos problemas no son fáciles de identificar en los primeros días, es común que el pediatra vaya haciendo varios exámenes durante la infancia, como ultrasonido, ecocardiograma o exámenes de sangre, para identificar si existe alguna enfermedad asociada.
Obtenga más información sobre los exámenes recomendados para niños con síndrome de Down.
Todos los niños con síndrome de Down presentan algún grado de retraso en el desarrollo intelectual, especialmente en habilidades como:
El grado de estas dificultades puede variar de un caso a otro, sin embargo, todos los niños terminarán por aprender estas habilidades, aunque pueden tardar más tiempo que otro niño sin el síndrome.
Para disminuir el tiempo de aprendizaje, estos niños pueden participar en sesiones de terapia del habla con el fonoaudiólogo, para que sean animadas a expresarse antes, facilitando el proceso de aprender a hablar, por ejemplo.
