Anemia por falta de hierro - Cómo identificar y curar
La anemia ferropriva es causada por la falta de hierro en la sangre, siendo caracterizada por la baja cantidad de glóbulos rojos que son las células responsables de transportar oxígeno a todos los tejidos del cuerpo. Genera síntomas como debilidad, desánimo, cansancio fácil, piel pálida y sensación de desmayo.
Su tratamiento se realiza con la suplementación de 60 mg de hierro al día, durante aproximadamente 4 meses y una dieta rica en hierro, con frijol negro, carnes y vegetales verdes oscuros como la col y la espinaca, pero en el caso de las hojas es necesario consumir en la hoja la misma comida una fruta cítrica como naranja o limón para que el cuerpo absorba mejor el hierro.
Esta enfermedad es grave y puede poner la vida de la persona en riesgo cuando los valores de hemoglobina están por debajo de 11 para mujeres y de 12 g / dl para los hombres. Esto es potencialmente grave porque puede impedir la realización de alguna cirugía que sea necesaria. Pero al contrario de lo que se cree popularmente, la anemia ferropriva no se vuelve leucemia.
Vea cómo curar la anemia ferropriva en el siguiente vídeo con la nutricionista Tatiana Zanin:
Signos y síntomas de la anemia de hierropriva
Inicialmente la anemia ferropriva presenta síntomas sutiles que no siempre son percibidos por la persona, pero a medida que la falta de hierro en la sangre se va a agravando, los síntomas se vuelven más aparentes y frecuentes:
- cansancio;
- debilidad generalizada;
- somnolencia;
- dificultad para practicar ejercicios;
- mareo;
- sensación de mareo o desmayo;
- palidez cutánea y de las mucosas de los ojos;
- dificultad de concentración;
- lapsos de la memoria;
- dolor de cabeza;
- uñas débiles y quebradizas;
- piel seca;
- dolor en las piernas;
- hinchazón en los tobillos;
- caída de cabello;
- falta de apetito.
¿Cuáles son las causas
Las causas de la anemia ferropriva incluyen:
- Alimentación pobre en hierro: lo que puede suceder incluso en personas que están dentro del peso ideal o por encima del peso;
- Poca absorción de hierro por el organismo: como ocurre en caso de enfermedad celíaca o cuando una parte del intestino delgado ha sido removido del cuerpo;
- Hemorragias prolongadas: la pérdida de sangre continua y prolongada dentro del sistema digestivo también puede causar anemia ferropriva, siendo común en caso de hernias o úlceras de estómago, pero la menstruación abundante o sangrado de escape que persiste por más de 8 días también puede causar esta falta de hierro. La anemia por deficiencia de hierro también ocurre durante el embarazo, porque en esta fase, el cuerpo de la mujer necesita producir suficiente hierro para la madre y para el bebé, siendo que el más común es que el cuerpo trate de priorizar el desarrollo del feto.
Las personas que tienen más facilidad en tener este tipo de anemia son las mujeres, los niños, los vegetarianos y las personas que hacen donaciones de sangre de forma muy frecuente.
Exámenes y valores de referencia
Este tipo de anemia es fácilmente diagnosticado a través del hemograma y de la ferritina.
Se considera anemia cuando la hemoglobina es menor que:
11g / dl para mujeres embarazadas y niños entre los 6 meses y los 6 años de edad,
- 12g / dL para mujeres adultas y
- 13g / dl para hombres adultos
- Tratamiento para la anemia de hierro
El tratamiento de la anemia ferropriva incluye la toma de 60 mg de un suplemento de hierro diariamente y la ingesta de alimentos ricos en hierro como lentejas, perejil, frijoles y carnes rojas.
Comer alimentos ricos en vitamina C potencializa la absorción del hierro. En cambio, existen algunos alimentos que perjudican la absorción del hierro como, por ejemplo, los taninos y la cafeína encontrados en el café y el oxalato presente en el chocolate. Así, el mejor postre para quien tiene anemia es una naranja, y las peores son café y chocolate.
El tratamiento debe ser indicado por el médico y la alimentación puede ser orientada por un nutricionista, siendo importante repetir los exámenes 3 meses después de iniciar el tratamiento, porque el exceso de hierro puede perjudicar el hígado.