Cuando la cirugía por Laparoscopia es más indicada
La laparoscopia puede ser una cirugía exploratoria
cuando sirve como examen de diagnóstico o biopsia o ser una técnica quirúrgica para tratar alguna enfermedad, como remover un tumor de algún órgano. Además, casi todos los individuos pueden realizar una cirugía laparoscópica por indicación del médico, sin embargo, en algunos casos, ya en el bloque operatorio e incluso durante la cirugía por laparoscopia, el cirujano puede necesitar realizar una cirugía abierta para el tratamiento tener éxito lo que implica hacer un corte mayor y la recuperación es más lenta. Cirugías más comunes por laparoscopia
Algunas de las cirugías que pueden ser realizadas por laparoscopia pueden ser:
Cirugía bariátrica;
Eliminación de órganos inflamados como vesícula, bazo o apéndice;
- Tratamiento de hernias del abdomen;
- Eliminación de tumores, como el recto o los pólipos del colon;
- Cirugía ginecológica, como histerectomía.
- Además, la laparoscopia puede usarse frecuentemente para determinar el motivo de dolor pélvico o infertilidad, y es una excelente forma tanto para el diagnóstico y para el tratamiento de la endometriosis, por ejemplo.
- Cómo funciona la cirugía por laparoscopia
Dependiendo del objetivo de la cirugía, el médico realizará 3 a 6 agujeros en la región, por donde entrará una microcámara con una fuente de luz para observar el interior del organismo y los instrumentos necesarios para cortar y remover el aparato órgano o alguna parte afectada, dejando cicatrices muy pequeñas con cerca de 1,5 cm.
El médico podrá observar el área interna a través de una pequeña cámara que entra en el organismo y va a generar la imagen en el ordenador, siendo una técnica conocida por videolaparoscopia. Sin embargo, esta cirugía requiere el uso de anestesia general y, por lo tanto, es generalmente necesario permanecer internado al menos un día en el hospital.
La recuperación del paciente es mucho más rápida que una cirugía convencional, en la cual es necesario hacer un gran corte y, por eso, las posibilidades de complicación son menores y el riesgo de dolor e infeción es menor.