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Entender la relación entre el estrés y el cortisol

El cortisol es una hormona producida por las glándulas suprarrenales que se libera en períodos de mayor agitación, como al despertar o al hacer ejercicio físico, ejemplo. Sin embargo, las mayores cantidades de esta hormona se producen durante momentos de muy estrés, por lo que se conoce como la hormona del estrés.

Durante estos períodos, las glándulas suprarrenales también producen adrenalina y noradrenalina que, junto con el cortisol, provocan algunos cambios en el organismo, como:

  • Aumento de la frecuencia cardiaca: lleva al corazón a bombear más sangre, aumentando la cantidad de oxígeno en los músculos ;
  • Aumento de los niveles de azúcar en la sangre: aumenta la cantidad de energía disponible en el cuerpo;
  • Disminución de la producción de insulina: evita que el azúcar sea almacenado, pudiendo ser utilizado más rápidamente por los músculos;
  • Estrechamiento de los vasos sanguíneos: obliga al corazón a trabajar más, aumentando la cantidad de sangre en los tejidos.

Estos cambios cuando surgen por poco tiempo son buenos y facilitan la toma de decisiones rápidas, siendo una respuesta normal y natural del cuerpo para ayudar en la resolución del problema que está causando estrés.

Sin embargo, cuando el estrés es constante, los niveles de cortisol se elevan durante mucho tiempo y pueden provocar diversos tipos de problemas de salud.

Consecuencias del cortisol alto

El cortisol alto es muy común en personas que sufren de estrés crónico, pues el organismo está constantemente produciendo la hormona para dejar el cuerpo listo para resolver las situaciones estresantes, que acaban no siendo resueltas.

En estos casos, las alteraciones provocadas por el cortisol organismo se mantienen por mucho tiempo y pueden causar problemas serios como:

  • Presión alta y enfermedades cardíacas: surgen debido al aumento constante de la frecuencia cardíaca y del estrado de los vasos sanguíneos;
  • Aumento de la grasa abdominal: la disminución de la producción de insulina a largo plazo, lleva a la acumulación excesiva de grasa en la región abdominal;
  • Diabetes: debido al aumento constante del nivel de azúcar en la sangre causado por el cortisol.

Además, el exceso de estrés y el aumento del cortisol también conduce a una disminución del sistema inmune, facilitando el surgimiento de resfriados, gripes y otros tipos de infecciones.