Rechazar alimentos puede no ser sólo birra de niño
Muchas veces esta enfermedad es reconocida sólo como una birra de un niño mimado, pero su diagnóstico adecuado es necesario para que el niño pueda superar el miedo y la aversión por alimentos nuevos.
Síntomas
Para identificar este trastorno y diferenciarlo de las barritas infantil, es necesario estar atento a los siguientes síntomas:
Consumir sólo 15 alimentos diferentes o menos;
- Evitar grupos alimentarios enteros, como el grupo de la leche y los derivados o todas las frutas;
- Cerrar la boca con fuerza para evitar de cualquier manera la ingestión de un alimento nuevo;
- Engasgos frecuentes durante las comidas;
- Birras a la hora de las comidas;
- Náuseas y vómitos al encontrarse con la necesidad de consumir nuevos alimentos;
- Miedo de asfixia si consume nuevos alimentos.
- Estos síntomas pueden persistir hasta la edad adulta cuando la enfermedad no se diagnostica adecuadamente, causando tensión y peleas constantes en la familia durante las comidas.
Diagnóstico
El diagnóstico de este trastorno alimentario se realiza con base en la historia clínica de los síntomas presentados por el niño, que debe ser llevada al pediatra para evaluar la gravedad del rechazo alimenticio.
Además, el médico también comprobará la presencia de otros problemas que puedan conducir al rechazo de la alimentación, como dificultades para masticar y deglutir, alergias alimentarias y problemas gastrointestinales.
Tratamiento
El tratamiento normalmente se realiza con acompañamiento médico y tratamiento psicológico, donde se hacen estrategias para mejorar el ambiente de las comidas y estimular al niño a experimentar nuevos alimentos. Algunos ejemplos de estrategias son:
Disminuir el estrés y las peleas durante las comidas;
- Servir nuevos alimentos para el niño, pero siempre poner en el plato por lo menos 1 alimento que le guste y come naturalmente;
- Confiar en las elecciones del niño y dejarla libre para comer la cantidad que desee durante las comidas;
- Mostrar características similares entre algunos alimentos que el niño acepta y otros nuevos, para animarla a probarlos.
- Además, si el niño presenta problemas en el desarrollo de la masticación, el habla, la deglución o problemas gastrointestinales, el acompañamiento con profesionales como fonoaudiólogo y terapeuta ocupacional también será necesario.
Peligros
El trastorno de la alimentación selectiva puede traer problemas graves para el niño, destacándose principalmente el retraso del crecimiento y el desarrollo debido a la falta de nutrientes y calorías adecuadas.
La falta de vitaminas y minerales también puede acarrear sangrados gingivales, debilidad en los huesos, ojos resecados y problemas de piel.
Además, el exceso de un mismo nutriente, obtenido por el consumo excesivo de un mismo alimento, también puede traer problemas de salud como picazón, cansancio, debilidad y dolor en las articulaciones.
Ver consejos para incentivar la variedad alimentaria de su hijo:
Cómo hacer que el niño coma frutas y verduras
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