Cómo tratar el Síndrome del Dolor Miofascial
El dolor miofascial es un dolor muscular que se manifiesta cuando se presiona un punto específico del cuerpo. Este punto específico se llama punto gatillo que es un pequeño nódulo en los músculos que, cuando palpado se puede sentir un rebote.
Normalmente los puntos gatillo se forman por diversos factores que incluyen mala postura en el trabajo, exceso de ejercicio excesivo, movimientos repetitivos o golpes y todos estos factores deben ser tenidos en cuenta.
El dolor miofascial tiene cura y pesar de ser más común en la espalda, los hombros y el cuello, también puede aparecer en cualquier otra parte del cuerpo.
Cómo tratar el dolor miofascial
El tratamiento para el dolor miofascial se puede hacer uso de medicamentos para aliviar el dolor y la incomodidad, estiramientos y técnicas de liberación miofascial que se pueden realizar en la fisioterapia.
El médico puede orientar el uso de analgésicos, como Paracetamol o Dipirona o anti-inflamatorios, como Diclofenaco que pueden ser utilizados en forma de comprimidos, pomadas o lociones, además de los relajantes musculares, como ciclobenzaprina, pero la infiltración con solución fisiológica salina directamente en el punto gatillo y el spray de fluormetano o cloruro de etila también tiene óptimos resultados.
El cloruro de etila es un spray frío, que es un anestésico general potente, de acción rápida pero el fluormetano es un clorofluorcarbono también puede ser indicado por el médico.
Colocar una compresa caliente dejando actuar durante unos 20 minutos a la vez es una buena forma de aliviar el dolor muscular. Usted puede usar esta estrategia 2 a 3 veces al día y luego puede realizar los estiramientos porque así ellos serán más eficaces.
Consiste en realizar ejercicios que sirven para estirar el músculo y toda la región afectada, durante 30 segundos a 1 minuto a la vez. Los estiramientos pueden ser realizados de forma pasiva, que es cuando otra persona sostiene la pierna o el brazo para que el músculo sea alargado, o de forma activa cuando la propia persona realiza el estiramiento muscular.
Presionar y frotar el músculo y el punto gatillo también son técnicas indicadas para combatir esta miogelosa. Para que cause menos dolor, el desprendimiento de la piel del músculo se puede hacer durante un masaje. Optar por el uso de bolitas o rodillos también es una buena estrategia para eliminar los puntos gatillo que dan origen al dolor miofascial. Vea cómo los rodillos de auto masaje para combatir el dolor.
Además, los individuos pueden también recurrir a la acupuntura, crioterapia o electroterapia con uso de TENS, ultrasonido o láser para minimizar el dolor provocado por los puntos desencadenantes. Hay varias técnicas diferentes que se pueden utilizar para combatir este dolor y los masajes y el auto masaje son excelentes.
Cómo identificar el dolor miofascial
Los síntomas del síndrome miofascial, normalmente, incluyen:
- Aumento de la tensión en el músculo dolorido (rigidez muscular);
- Disminución de la amplitud de movimiento;
- Dolor al presionar el punto dolorido;
- Puntos duros en los músculos que pueden ser sentidos a través de un rebote al presionar toda la banda muscular (puntos gatillo);
- Contracción del músculo al insertar la aguja o realizar la palpación transversa;
- Alivio del dolor al realizar el estiramiento del músculo.
Los síntomas de dolor miofascial tienden a empeorar con el movimiento o el ejercicio físico, pero cuando la lesión permanece por más de 12 semanas, también aparece dolor e incomodidad incluso en reposo.
El diagnóstico puede ser hecho por el médico o fisioterapeuta a través de la palpación y observación del local dolorido pero a pesar de no ser necesarios exámenes de imagen el fisioterapeuta podrá realizar algunas pruebas que evidencian el síndrome doloroso.