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Hidratación del atleta

La hidratación del atleta antes y durante el entrenamiento es importante para mejorar el rendimiento de los músculos, evitando calambres, por ejemplo, además, una buena hidratación evita que ocurran desequilibrios en el organismo que llevan al deterioro de la capacidad de realizar ejercicio . La ingesta de aproximadamente 2 litros de líquidos diariamente es recomendada, pero en períodos de entrenamiento donde hay desgaste muscular y mucha pérdida de agua por el sudor, la necesidad de hidratación puede ser muy superior.

La hidratación es vital para el desempeño del atleta en la práctica de cualquier ejercicio físico, por lo que se recomienda: ingestión de líquidos durante el día,

  • ingestión de 500 ml de líquidos 2 horas antes,
  • ingestión de 250 a 500 ml de líquidos 15 a 30 minutos antes del ejercicio,
  • ingestión de 180 a 250 ml de líquidos durante el entrenamiento.
  • La ingestión de líquidos durante el entrenamiento es muy variable y depende de la hidratación previa y el desgaste del tipo de ejercicio físico. Para actividades de larga duración o de alta intensidad se recomienda la adición de carbohidratos, en la proporción de 5 a 10% a las bebidas, tanto antes y durante el entrenamiento, que pueden ser en forma de sacarosa, glucosa, fructosa y maltodextrina. No se recomienda el uso de bebidas que contengan sólo fructosa, que pueden causar trastornos gastrointestinales.

Bebidas alcohólicas, bebidas gaseosas, té negro, té mate, café y jugos de frutas concentradas no se recomiendan para la hidratación durante la actividad física.