Saber reconocer los síntomas de Infarto
Los síntomas de infarto agudo de miocardio son causados por el bloqueo o obstrucción de un vaso de sangre del corazón por placas de grasa o coágulo, que impiden el paso de la sangre y provocan la muerte de las células del corazón.
El infarto puede surgir en personas de cualquier edad, ya sea en hombres o mujeres, pero ocurre con más frecuencia en personas mayores de 45 años y que fuman, tienen sobrepeso, presión arterial alta, diabetes o colesterol alto. Los principales síntomas que indican este problema incluyen:
- Dolor en el lado izquierdo del pecho, en forma de apretón, puntada o peso, que puede irradiar hacia el cuello, axila, espalda, brazo izquierdo o incluso brazo derecho;
- Dormencia o hormigueo en el brazo izquierdo;
- Dolor de estómago, sin relación con los alimentos;
- Dolor de espalda;
- Malestar;
- Enlos y mareos;
- Palidez y sudor frío;
- Dificultad para respirar o respiración rápida;
- Tos seca;
- Dificultad para dormir.
Estos síntomas suelen surgir o intensificarse con la realización de esfuerzo físico, durante el estrés o después de comer, ya que son períodos en que el corazón se esfuerza más y puede sentir más los efectos de la falta de circulación.
Ver si corre el riesgo de tener un infarto insertando sus datos en la calculadora:
A pesar de que los síntomas citados son los principales y más comunes en cualquier persona, el infarto también puede surgir con algunas características particulares en algunos grupos. Algunos ejemplos de esto son:
1. Síntomas de infarto en mujeres
Las mujeres pueden presentar síntomas que varían un poco en relación a los hombres, ya que pueden ser más blandos, como una molestia en el pecho, sensación de malestar, latidos irregulares o la sensación de peso en uno de los brazos. Como estos síntomas son poco específicos, esto puede confundir con otras situaciones como mala digestión o malestar, por ejemplo, y esto puede retrasar el diagnóstico. Las mujeres tienen menor riesgo de infarto que los hombres, sin embargo este riesgo aumenta mucho después de la menopausia, ya que en este período los niveles del estrógeno disminuyen, que es una hormona aliada del corazón, pues estimula la dilatación de los vasos y facilita el flujo la sangre. Por eso, siempre que los síntomas sean persistentes y, principalmente, si empeoran después del esfuerzo, el estrés o la alimentación, es muy importante buscar el servicio de urgencias para una evaluación médica. La mayoría de las personas que sufren de infarto en la mujer.
2. Síntomas de infarto en jóvenes
Los síntomas de infarto en jóvenes no son muy diferentes de los principales síntomas, prevaleciendo el dolor o aprieto en el pecho, hormigueo en el brazo, mareo, sudor frío, palidez y mareo. La particularidad está en el hecho de que los jóvenes tienen mayor probabilidad de tener un infarto fulminante, el que surge de repente y que muchas veces puede causar la muerte de la víctima antes de que pueda ser atendida por el médico. Esto sucede, pues, a diferencia de los ancianos, los jóvenes aún no tienen tiempo de desarrollar la llamada circulación colateral, responsable de irrigar el corazón junto con las arterias coronarias, disminuyendo el impacto de la falta de circulación en el corazón.
El infarto suele surgir en hombres de más de 40 años y mujeres mayores de 50 años, porque los riesgos como el exceso de colesterol, obesidad, presión arterial alta y diabetes causan daños a los vasos sanguíneos de forma silenciosa a lo largo de muchos años, en este grupo de edad más avanzada es que las consecuencias como infarto y accidente cerebrovascular. Sin embargo, algunas personas por debajo de los 40 años pueden presentar un infarto, y esto ocurre generalmente debido a cambios genéticos que causan cambios metabólicos en la circulación sanguínea. Este riesgo se vuelve mayor cuando el joven lleva una vida poco saludable, con obesidad, tabaquismo, consumo excesivo de bebidas alcohólicas y falta de actividad física. Entiende más sobre cómo identificar y tratar un infarto fulminante.
3. Síntomas de infarto en ancianos
Los ancianos pueden tener más posibilidades de presentar un infarto silencioso, pues a lo largo de los años la circulación puede desarrollar vasos sanguíneos que hacen la circulación colateral, ayudando a las coronarias a llevar sangre al corazón. De esta forma, los síntomas pueden ser más blandos y persistir por muchos días, como sudor en exceso, falta de aire, palidez, alteración en los latidos del corazón o molestias en el pecho, por ejemplo.
Sin embargo, esto no es una regla, pudiendo haber dolor leve a intensa, acompañada de sensación de peso o apriete sobre el tórax. El dolor también puede surgir en la parte superior del abdomen, pudiendo ser confundida con gastritis o reflujo.
El anciano presenta mayores riesgos de desarrollar enfermedades cardiovasculares, como infarto y AVC, pues el organismo presenta modificaciones en la circulación sanguínea, en la conducción de los latidos y en la capacidad del corazón, haciéndose más propicio para desarrollar estas complicaciones. Sin embargo, el riesgo es disminuido si el anciano tiene hábitos de vida saludables, como una alimentación rica en vegetales y pobre en carbohidratos y grasa, manteniéndose en el peso controlado y con la realización de actividades físicas.
Cuando vaya al médico
Cuando la persona presenta un dolor intenso entre la boca y el ombligo que dura más de 20 minutos y presenta otros síntomas que están ligados al infarto, debe buscar un hospital o llamar al 192 para llamar al SAMU, especialmente en casos de historial de diabetes, presión arterial alta, obesidad y colesterol alto.
Además, para ayudar a aliviar el dolor y mejorar la circulación, las personas que nunca han tenido un infarto pueden tomar 2 comprimidos de aspirina mientras espera por la ambulancia.
Si está presente en un caso de infarto con pérdida de consciencia, lo ideal es que se haga un masaje cardíaco mientras espera la llegada de la ambulancia, pues aumenta las posibilidades de supervivencia de la persona. Vea cómo hacer el masaje cardíaco viendo este vídeo:
Vea más consejos en Primeros auxilios en el infarto agudo de miocardio.