es.odysseedubienetre.beEl derrame pleural ocurre debido a la acumulación excesiva de líquido en el espacio pleural, que es el espacio creado entre el pulmón y el pulmón, la membrana externa que lo cubre.
Esta acumulación dificulta el trabajo normal del pulmón y, por lo tanto, la respiración puede verse gravemente afectada, debiéndose hacer el tratamiento lo más rápido posible en el hospital para retirar el exceso de líquido.
En situaciones normales, la cantidad de líquido en el espacio pleural es muy pequeña, alrededor de 10 mL, y resulta de un equilibrio perfecto entre su producción y absorción. Sin embargo, cuando existe algún problema de salud como infecciones en el pulmón o insuficiencia cardiaca, este equilibrio puede ser afectado llevando a la acumulación excesiva de líquido.
Una vez que el líquido no se absorbe adecuadamente va acumulando lentamente, aumentando la presión sobre el pulmón, lo que dificulta la respiración, llevando a síntomas como dolor en el pecho y sensación de falta de aire, por ejemplo.
Las causas principales de derrame pleural están relacionadas con la inflamación de los tejidos del pulmón o de la pleura, e incluyen:
Sin embargo, el derrame también puede ser causado por problemas que conducen al aumento de líquido en todo el organismo como insuficiencia cardiaca descompensada, cirrosis o enfermedades renales en estado avanzado.
La mejor forma para confirmar la presencia de un derrame pleural es hacer una radiografía del tórax para observar si hay acumulación de líquido, que está representado por un área blanca en el pulmón.
En la mayoría de los casos, la causa del derrame pleural ya se conoce, como ocurre en los casos de insuficiencia cardiaca, sin embargo, cuando el derrame surge sin causa aparente, pueden ser necesarios más exámenes para idnetificar la causa e iniciar el tratamiento adecuado.
El derrame pleural es tratado cuando es muy grande y provoca síntomas como dolor intenso o falta de aire, pues cuando es pequeño puede ser absorbido por el organismo, siendo sólo necesario hacer nuevas radiografías para observar su evolución.
En los caos en que es necesario tratamiento, el médico utiliza una aguja y una jeringa para atravesar la pared torácica y llegar hasta el espacio lleno de líquido, removiendo el exceso.
Dado que existe un gran riesgo de que el derrame pleural vuelva algunas semanas después de ser aspirado es muy importante identificar lo que está causando el problema, iniciándose el tratamiento adecuado de la causa.
Tras la retirada del exceso de líquido, el médico puede recomendar que fisioterapia respiratoria que consiste en un conjunto de ejercicios respiratorios enseñados por el fisioterapeuta que ayudan al pulmón a volver a su tamaño normal después de haber sido presionado por el derrame.
Estos ejercicios son importantes para reducir la incomodidad al respirar, pero también para aumentar la cantidad de oxígeno en el organismo.
Los primeros síntomas que pueden indicar el desarrollo de un derrame pleural incluyen:
En la mayoría de los casos, estos síntomas no surgen en los pequeños derrames pleurales e incluso cuando surgen pueden ser asociados a sus causas, como insuficiencia cardíaca o neumonía. Por lo tanto, siempre se recomienda hacer una radiografía para evaluar la posibilidad de un derrame, especialmente en los casos descompensados o cuando los síntomas son muy intensos.
