es.odysseedubienetre.beEl desarrollo del bebé con 25 semanas de gestación, o 6 meses de embarazo, está marcado por el desarrollo cerebral, que se desdobla a cada instante. En esta fase todas las células cerebrales ya están presentes, pero no todas ellas ya están debidamente ligadas entre sí y por eso continúan desarrollándose día tras día.
A pesar de ser muy temprano, la madre puede notar rastros de la personalidad del bebé aún en el embarazo. Si el bebé se pone muy agitado cuando escucha música o está hablando con la gente, puede ser más agitado, pero si se mueve más veces cuando está en reposo, es más probable que tenga un bebé más tranquilo, sin embargo, todo puede cambiar dependiendo de los estímulos que el bebé reciba después de nacer.
En relación al desarrollo del feto con 25 semanas de gestación se puede observar que los cabellos del bebé están apareciendo y ya empiezan a tener el color definido, aunque pueda cambiar después del nacimiento.
El bebé se mueve bastante en esa fase porque es muy flexible y todavía tiene mucho espacio en el útero. Las glándulas suprarrenales están bien desarrolladas y ya liberan cortisol. La adrenalina y la noradrenalina también comienzan a circular en el organismo del bebé en situaciones de agitación y de estrés.
La coordinación de las manos del bebé ha mejorado mucho y lleva muchas veces las manos a la cara. El contorno de los labios puede ser fácilmente percibido en un ultrasonido 3D, así como algunos rasgos del bebé.
El tamaño del feto con 25 semanas de gestación es de aproximadamente 30 cm, medidos de la cabeza al talón y el peso es de unos 600g.
Esta fase es la más cómoda para la mayoría de las mujeres, ya que los mareos ya han pasado y las molestias del final del embarazo aún no están presentes.
La preocupación por el vestir es común y realmente no puede ser ropa ajustada, los zapatos deben ser cómodos. La ropa no necesita ser completamente diferente, aunque hay ropa especial para la embarazada que son regulables y permiten ser usadas durante todo el embarazo adaptándose al crecimiento y al tamaño del vientre.
Las idas al baño serán cada vez más frecuentes de aquí en adelante y algunas infecciones urinarias son comunes en el embarazo. Los síntomas de una infección urinaria son: urgencia para orinar y tener poca orina, orina con mal olor, dolor o ardor al orinar. Si presenta alguno de estos síntomas, comunique al médico.
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