Enjuagante bucal - para qué sirve y cuidados
El uso de enjuague es importante para la salud de la boca, ya que previene problemas como caries, placa bacteriana, gingivitis y mal aliento, favoreciendo un aliento refrescante y dientes más bonitos. Estos productos pueden tener composiciones diferentes, con o sin alcohol, fluoruro o sin flúor, que se adecuan a las necesidades de la boca de cada persona y, preferentemente, deben ser orientadas por el dentista, para que se consiga el máximo de beneficio.
Sin embargo, no siempre es necesario el uso del enjuagador bucal, ya que las personas que más se benefician son aquellas que pasaron por un procedimiento quirúrgico bucal o que tienen alguna enfermedad periodontal, como caries, gingivites y dientes sensibles. Esto es porque, a pesar del efecto de potenciar la limpieza de la boca, su uso excesivo puede agredir el esmalte de los dientes, facilitar la formación de manchas y resecar la mucosa oral.
El enjuagante debe usarse siempre después del cepillado, hilo dental y raspado de la lengua, ya que la boca tiene que estar libre de placa e impurezas para el producto actuar. Además, como existen innumerables marcas de este producto, como Colgate, Listerine, Sensodine, Halicare, Oral-B o Cepacol, por ejemplo, es importante comprobar si la marca tiene aprobación de ANVISA y comprobar en la etiqueta los principios activos contenidos en la composición, para elección y uso según la orientación del dentista.
Cuál es el mejor tipo
Existen diversas opciones de enjuagantes bucales, con diferentes principios activos y modos de acción y eficacia. Los principales incluyen:
- Con alcohol: el alcohol es un componente utilizado para la dilución de los productos del enjuagador bucal y deben ser seguros para el consumo. Sin embargo, es preferible que este tipo de enjuague sea evitado, pues causa agresiones a la mucosa oral y desgaste del esmalte dental, además de poder desequilibrar el pH bucal, lo que puede dejar los dientes amarillos y resecar la lengua;
- Sin alcohol: las opciones de enjuagantes sin alcohol utilizan otros tipos de productos para la dilución de los principios activos, que no arden, o maltratan la boca, pudiéndose utilizar con mayor seguridad;
- Con flúor: los productos fluoruros son ideales para las personas con caries, debiendo ser utilizados diariamente para combatir la proliferación de las bacterias, siendo también útiles para disminuir la sensibilidad en los dientes de las personas con este problema;
- Antiséptico, como el gluconato de Clorexidina: el enjuagante antiséptico es el más indicado para quien tiene mal aliento, ya que es capaz de eliminar las bacterias que causan el olor desagradable en la boca. También son ideales para quien hizo o aún hará una cirugía, pues reduce los riesgos de contraer una infección. Sin embargo, este tipo de antiséptico debe ser utilizado por sólo 1 semana, según indicación del dentista, pues como es potente, puede causar daños y manchas en los dientes;
Así, para la elección del enjuagante bucal ideal y saber cómo usar, es importante buscar la evaluación del dentista, que podrá indicar el mejor tipo, la cantidad de uso diario y por cuanto tiempo.
Cuidados para un mejor efecto
Algunos consejos para que el enjuagador bucal funcione bien y no cause efectos indeseados, incluyen:
- Usar por la noche, preferiblemente, después de la higiene bucal con cepillo y hilo dental, para un efecto más duradero. Aunque algunas personas usan 2 veces al día, generalmente sólo una vez al día es suficiente;
- Hacer el uso del hilo dental y cepillado correcto de los dientes, pues sólo el uso de enjuagante no es suficiente para eliminar bacterias e impurezas, siendo esencial. Compruebe cuáles son los pasos para cepillarse los dientes correctamente;
- No diluir el producto con agua, pues a pesar de ser una estrategia usada por algunas personas para disminuir el ardor del enjuagante, altera y disminuye el efecto de los principios activos;
- Las personas que han hecho blanqueamiento dental deben preferir enjuagantes transparentes y sin colorantes, evitando que aparezcan manchas;
- Para niños, el enjuague bucal debe ser sin alcohol y sin flúor, pero cualquier tipo está contraindicado antes de los 3 años de edad;
Las personas que tienen diabetes deben prestar atención a los enjuagantes que tienen colorante, ya que pueden contener un nivel de azúcar más elevado.
Cómo hacer enjuague bucal casero
Si el propósito es mantener un aliento fresco y agradable, es posible utilizar opciones naturales de enjuagantes bucales, preparados en casa, para una menor exposición a productos químicos. Así, es posible hacer enjuagados diarios con:
Ingredientes
- 20 gotas de propóleos
- 1 vaso de agua tibia
Modo de preparación
Diluya el propóle en el agua tibia y usar para enjuagarse 2 a 3 veces al día. Compruebe otros recetas naturales en: Remedios caseros para la gingivitis.
Compruebe algunas de las recetas naturales y descubra cómo la alimentación puede ayudar en el combate al mal aliento, en este vídeo preparado por nuestra nutricionista: