Cómo Identificar y Tratar la Espondiloartrosis lumbar
La espondiloartrosis lumbar es la artrosis en la columna, que genera síntomas como un intenso dolor de espalda, causada normalmente por el desgaste de la articulación. Ella no siempre tiene cura, pero se puede disminuir el dolor a través del uso de analgésicos, fisioterapia y de la práctica regular de ejercicios.
Algunas opciones de tratamiento son la cirugía, en la cual se consigue realinear todas las estructuras óseas y el disco intervertebral. Pero como esto no siempre es posible, y como la mayoría de los individuos con este tipo de compromiso es anciano, la cura no siempre se logra y, por eso, se convierte en una enfermedad crónica. Así, se aconseja invertir en tratamientos que mejoran la capacidad física y la calidad de vida, como la fisioterapia y la terapia ocupacional, por ejemplo.
Lo que causa artrosis en la columna
Algunas de las posibles causas de la espondiloartrosis lumbar son el traumatismo, como caer sentado en el suelo o un accidente automovilístico, pero también puede ser causado por el desgaste natural de la articulación, debido a la edad, osteoporosis o historia familiar.
La espondiloartrosis lumbar puede clasificarse como:
- Espondiloartrosis lumbar discreta;
- Espondiloartrosis lumbar incipiente;
- Espondiloartrosis lumbar con degeneración discal o
- Espondiloartrosis lumbar con osteófitos.
Esta clasificación se realiza según la gravedad de la enfermedad, después de realizar exámenes de imagen y es importante porque el tratamiento puede variar de una a otra.
Síntomas de la espondiloartrosis lumbar
Los síntomas pueden ser:
- Dolor en la parte inferior de la espalda;
- Sensación de peso al final de la espalda;
- Dificultad en quedarse sentado o acostado en la misma posición por mucho tiempo;
- Disminución de la fuerza en una o en las dos piernas;
- Sensación de quemazón o de hormigueo en la espalda, en una o en las dos piernas.
Estos síntomas tienden a empeorar si el individuo se queda mucho tiempo sentado, acostado o si hace algún esfuerzo físico y, por lo general, disminuye al colocar una bolsa de agua tibia en la región, dejándola actuar durante unos minutos.
El diagnóstico puede ser hecho por el ortopedista con base en los síntomas y en la realización de exámenes como radiografía y resonancia magnética que ayudan a identificar la artrosis y su tipo.
Tratamiento para espondiloartrosis lumbar
El tratamiento más indicado es la fisioterapia diaria. Si no es posible alcanzar una mejora significativa con la fisioterapia, se puede recurrir a la cirugía para la colocación de una prótesis articular o discal, o para remover osteófitos, que son una especie de callo óseo que se forman en la columna causando dolor e incomodidad.
Además, es importante:
- Adelgazar, si el individuo está por encima del peso ideal;
- Evitar esfuerzos innecesarios;
- Alimentarse correctamente dando preferencia al consumo de alimentos anti-inflamatorios como jengibre, pimienta y azafrán, y
- Hacer algún tipo de actividad física, como caminar, Pilates clínico o hidroginástica, por ejemplo, si ya no hay dolor.
Si el trabajo que el individuo desarrolla es uno de los causantes de la espondiloartrosis lumbar, debe alejarse del trabajo por tiempo indefinido y, dependiendo del caso, puede incluso jubilarse.
Quien sufre con la espondiloartrosis lumbar puede beneficiarse de la práctica de ejercicios físicos cuando los dolores son menos incapacitantes. Pero es importante que el educador físico o el fisioterapeuta tengan conocimiento del tipo de lesión que el individuo posee para indicar ejercicios adecuados, que traen beneficios y no agraven la lesión.
Fisioterapia para espondiloartrosis lumbar
La fisioterapia es siempre indicada y consigue disminuir los síntomas, mejorando la calidad de vida de la persona pero debe ser prescrita personalmente porque no existe un solo tratamiento que pueda ser seguido por todos. Algunas opciones de tratamiento que se pueden indicar son:
1. Uso de calor
El uso de calor superficial usando una bolsa de agua caliente ayuda a relajar los músculos más superficiales, aumenta la circulación sanguínea y consecuentemente alivia el dolor. La bolsa térmica debe mantenerse cómodamente durante 20 minutos, 2 veces al día.
El calor profundo se puede hacer con el uso de aparatos en la clínica de fisioterapia y son útiles para combatir la inflamación crónica. Una buena opción es el aparato de ondas cortas, especialmente indicado para personas mayores por ser más cómodo y traer alivio de los síntomas de forma más rápida y duradera.
2. Electroterapia
Aparatos de estimulación eléctrica como usted, ultrasonido pueden ser indicados en caso de artrosis en la columna porque auxilian en la analgesia y cicatrización de los tejidos lesionados.
3. Cinesioterapia
En la cinesioterapia se pueden utilizar ejercicios de estiramiento para la espalda y ejercicios para el fortalecimiento de los abdominales. Para el combate al dolor de espalda los ejercicios de Pilates Clínico son una excelente opción, siendo indicados para cuando la persona esté sin dolor.
Inicialmente los ejercicios más indicados son la contracción del periné y del transverso abdominal al mismo tiempo. A continuación se pueden introducir otros ejercicios de forzar los músculos y estabilizar la columna, combatiendo el dolor lumbar y evitando su retorno. Echa un vistazo a algunos ejercicios de Pilates para el dolor de espalda haciendo clic aquí.
La hidroterapia y los ejercicios de RPG también son excelentes para el tratamiento del dolor lumbar pero deben ser prescritos de forma individual.