es.odysseedubienetre.beLos beneficios del masaje en el embarazo incluyen la disminución del dolor de espalda y piernas, el aumento de la hidratación de la piel, contribuye a la prevención de las estrías, mejora la autoestima, disminuye el estrés y la ansiedad y contribuye incluso al combate la depresión es por eso una buena estrategia natural para mejorar la calidad de vida de la mujer en esta fase de tantos cambios físicos y emocionales.
Sin embargo, muchos masajes son contraindicados durante la gestación porque pueden aumentar la circulación sanguínea, estimular puntos reflejos, aumentar la presión intraabdominal o provocar la contracción uterina pudiendo ser perjudicial para el bebé. Así, es más indicado realizar solamente un masaje especial para embarazadas realizado por un terapeuta especializado para aprovechar todos sus beneficios de forma segura y eficaz.
Conozca las contracciones uterinas.
Algunos buenos ejemplos de masajes que se pueden realizar durante la gestación son:
Existe otro masaje indicado para gestantes que es el masaje pélvico, que sólo debe ser realizado en la fase final de la gestación, por la propia mujer o su compañero, directamente en la región íntima y perineo para preparar el cuerpo, aumentando la flexibilidad de los músculos pélvicos , Estimulando el parto normal. Este masaje debe ser orientado por un profesional especializado en este método.
Hay casos donde la gestante no puede ser masajeada durante el embarazo, como es el caso de mujeres con:
Los masajes tampoco se deben realizar en el primer trimestre de gestación porque en esta fase el riesgo de que la mujer pierda el bebé es mayor, siendo mejor no arriesgar.
La duración total del masaje no debe superar los 40 minutos y ésta puede realizarse siempre que la mujer desee, aunque se recomienda alguna frecuencia como por lo menos 1 ó 2 veces por semana, para que los beneficios puedan ser alcanzados.
No deben ser estimulados los siguientes puntos reflejos: Posición mediana entre el pulgar y el dedo índice, parte interna de las rodillas y también alrededor de los tobillos porque favorecen la contracción uterina.
El masaje puede ser realizado con aceite de almendra dulce, aceite de semilla de uva o una crema hidratante de preferencia propio para masaje porque se desliza mejor en la piel, siendo más lentamente absorbido que una crema hidratante común. Es necesario cuidado con los aceites esenciales presentes en algunos aceites e hidratantes porque están hechos de plantas medicinales y no todas pueden ser usadas en el embarazo. Conozca algunas plantas contraindicadas en la gestación que no pueden ser ingeridas, pero que también pueden ser perjudiciales si son absorbidas por la piel.
Lo esencial es nunca presionar la barriga y por eso quien tiene una camilla especial para embarazadas, que tiene una abertura en el medio, tiene más ventaja cuando hay que tratar la espalda, pero si esta camilla no es accesible , se pueden recurrir a cojines y apoyos que pueden ayudar a mantener el confort de la mujer, garantizando su relajación durante todo el masaje.
Para masajear la cara, pectoral y vientre: Tumbada boca arriba
La mujer debe tener las piernas apoyadas sobre una almohadilla en forma de triángulo que permite que las piernas queden flexionadas, y las rodillas queden muy elevadas, porque eso evita aumento de la presión intraabdominal y confiere mayor confort y apoyo a la columna. Sin embargo, esta posición puede disminuir un poco la cantidad de oxígeno que llega hasta el bebé y por eso la mujer no debe quedarse en esa posición por mucho tiempo.
El masaje en la barriga debe ser muy suave y no debe durar más de 2 minutos porque puede favorecer la contracción uterina.
Para masajear el cuello, la espalda y las piernas: Acostado de lado o Sentada
Es más indicado que la mujer quede acostada sobre el lado izquierdo del cuerpo durante el masaje y las almohadillas pueden estar colocadas debajo de la cabeza y entre las piernas, el cuerpo puede estar ligeramente inclinado hacia adelante. Algunas embarazadas prefieren no apoyar una pierna sobre la otra, pero dejar la pierna que está más sobre el cuerpo relajada, pero apoyada con la rodilla en la camilla, un poco más adelante del cuerpo.
Si esta posición aún no es muy cómoda, puede recibir el masaje en la espalda y el cuello estando sentada con la cabeza y los brazos apoyados en otra silla, siempre que pueda relajarse en esa posición.
