Síntomas de la toxoplasmosis

En la mayoría de los casos, la toxoplasmosis es una infección que no provoca ningún tipo de síntoma, ya que el cuerpo cuando está sano es capaz de combatir el protozoario, transmitido por animales domésticos, antes de que surjan síntomas. Sin embargo, cuando la infección es adquirida por mujeres embarazadas o pacientes con enfermedades autoinmunes pueden surgir síntomas como:

Dolor de cabeza constante;

• Fiebre superior a 38 ° C;
• Cansancio excesivo;
• Dolor en los músculos;
• Dolor de garganta;
• Además, en las personas con sistema inmune debilitado, como pacientes con VIH, a hacer quimioterapia o que recibieron un trasplante, esta infección también puede provocar signos más graves como dificultad para respirar, falta de aire, confusión y convulsiones.

Síntomas de la infección en el bebé

Aunque la toxoplasmosis rara vez provoque síntomas durante el embarazo, puede infectar a la embarazada y pasar al bebé, especialmente si la infección no se detecta y el tratamiento no se inicia adecuadamente. Vea cómo se debe hacer el tratamiento durante esta fase.

Así, si la toxoplasmosis infecta al bebé, dependiendo de la edad gestacional, puede provocar aborto, parto prematuro o toxoplasmosis congénita. Esta última complicación puede provocar signos y síntomas como:

Convulsiones frecuentes;

• Piel y ojos amarillentos;
• Pérdida de cabello;
• Retraso mental;
• Infalmación de los ojos.
• Normalmente, estos síntomas demoran algún tiempo para surgir, siendo que en algunos niños empiezan a desarrollarse sólo durante la adolescencia, por ejemplo.

Qué hacer en caso de sospecha

Si existe sospechas de estar infectado por toxoplasmosis, se recomienda consultar a un médico general para realizar un análisis de sangre para confirmar la infección e iniciar el tratamiento adecuado.

Sin embargo, en el caso de las embarazadas, se recomienda hacer regularmente el examen y tener algunos cuidados durante la gestación, como los que indicamos.