es.odysseedubienetre.beAdemás, en el caso de cirugías programadas, es posible hacer una transfusión autóloga, que es cuando se tira sangre antes del procedimiento quirúrgico, para usarse, si es necesario durante la cirugía.
Cuando es necesaria la transfusión
La transfusión de sangre sólo puede hacerse cuando el tipo de sangre entre el donante y el paciente es compatible y, se indica en casos como:
Hemorragia grave;
Para poder ser sometido a una transfusión saguínea es necesario tomar una muestra de sangre para verificar el tipo y valores de la sangre, para decidir si el paciente tiene condiciones para iniciar la transfusión y cuánto de sangre será necesario.
Hacer una transfusión de sangre no duele y cuando la transfusión se realiza fuera de una cirugía, generalmente el paciente puede comer, leer, conversar o escuchar música mientras recibe la sangre, por ejemplo.
¿Qué hacer cuando no se permite la transfusión?
En el caso de las personas con creencias o religiones que impidan la transfusión, como ocurre en el caso de los testigos de Jehová, se puede optar por la autotransfusión, especialmente en el caso de las cirugías programadas, en la que la sangre se retira de la persona antes de la cirugía para que luego se pueda utilizar durante el procedimiento.
Las transfusiones de sangre son muy seguras y, por lo tanto, el riesgo de coger el sida o la hepatitis es muy reducido. Sin embargo, en algunos casos, puede provocar reacciones alérgicas, edema del pulmón, insuficiencia cardíaca o cambios en los niveles de potasio en la sangre. De esta forma, todas las transfusiones deben ser hechas en el hospital con evaluación del equipo médico.
