Para qué sirve el ultrasonido de la carótida
Cuando hay problemas de salud, como colesterol alto o presión alta, estas arterias pueden ir acumulando grasa en sus paredes, que van estrechando su interior y disminuyendo la cantidad de sangre que pasa al cerebro. Además, estas pequeñas placas de grasa también pueden romper, formando un coágulo que puede ser transportado hasta el cerebro y provocar un accidente cerebrovascular.
De esta forma, este examen se utiliza muy bien para evaluar el riesgo de desarrollar un accidente cerebrovascular y, si es muy elevado, iniciar el tratamiento adecuado para mejorar el flujo de sangre.
Quien debe realizar el examen
Este tipo de examen está recomendado para evaluar el riesgo de accidente cerebrovascular en pacientes con:
Hipertensión arterial;
- Diabetes;
- Colesterol alto;
- Historia familiar de AVC o enfermedad cardíaca;
- Enfermedad coronaria.
- Además, cuando el cardiólogo descubre sonidos anormales en la carótida durante un examen de rutina con el estétoscopio, por ejemplo, también puede recomendar el examen para evaluar si hay algún cambio en el flujo de sangre.
Cómo se realiza el examen
El examen es bastante simple, siendo sólo necesario quedarse acostado en una camilla mientras el técnico pasa el aparato de ultrasonido por los laterales del cuello. Para mejorar la imagen del aparato puede ser necesario aplicar un poco de gel en la piel, para evitar burbujas de aire y permitir que el aparato toque completamente en la piel.
Si no se puede obtener una imagen nítida, el técnico puede pedir que se quita de lado o cambie la posición del cuerpo para mejorar el flujo de sangre, por ejemplo.
Así, además de usar ropa cómoda, no es necesario hacer ningún tipo de preparación antes del ultrasonido.
Resultados del examen
El resultado del examen debe ser evaluado por el médico y, si se considera que existe riesgo de desarrollar un accidente cerebrovascular, se pueden recomendar algunos cuidados o tratamientos, como:
Hacer una alimentación sana y equilibrada;
- Hacer ejercicio por lo menos 3 veces por semana;
- No fumar y evitar lugares con mucho humo;
- Tomar medicamentos para bajar la presión arterial, como Captopril o Losartana;
- Utilizar remedios para reducir los niveles de colesterol, como simvastatina o atorvastatina;
- Tomar medicamentos para evitar la formación de coágulos, como Aspirina o Heparina.
- Además, cuando una de las arterias está muy cerrada y, por lo tanto, el riesgo de ictus es muy elevado, el médico puede recomendar la cirugía para retirar la placa de grasa de la pared de la arteria o para colocar una pequeña red en el interior la arteria, que impide que se cierre.
Después de estas cirugías, puede ser necesario volver a repetir el examen del ultrasonido de las carótidas para asegurarse de que el problema ya se ha resuelto correctamente.
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