Entender cómo el útero invertido puede afectar el embarazo
El útero invertido, científicamente conocido por la retroversión uterina, significa que el útero está posicionado en el cuerpo de la mujer hacia atrás, hacia la espalda y no hacia adelante, como sucede en la mayoría de las mujeres, siendo que normalmente los restantes órganos como los ovarios y las trompas, también están orientados hacia atrás.
Esta alteración del útero, también conocido como útero retrovertido, útero reverso o incluso útero virado, normalmente no causa problemas y no impide a la mujer de quedar embarazada. Sin embargo, las mujeres portadoras de útero invertido tienen mayor probabilidad de desarrollar endometriosis y, eso sí puede dificultar la fecundación y el embarazo.
Útero invertido en el embarazo
En la mayoría de los casos, el útero invertido en el embarazo no trae grandes complicaciones y no interfiere en el embarazo, excepto en los casos de útero invertido fijo haciendo que las mujeres puedan sentir dolores al orinar, evacuar, durante y después del trastorno el contacto íntimo, a lo largo de toda la gestación.
Además, algunas mujeres también pueden sentir dificultad para orinar entre el tercer y el cuarto mes de embarazo.
Útero invertido y parto normal
Generalmente, el parto en caso de útero invertido puede ser normal, no siendo necesario una cesárea sólo por ese motivo. En la mayoría de las veces, hasta la 12ª semana de gestación, el útero adopta una posición más cercana a lo normal, orientado hacia adelante y flechado bajo la vejiga, lo que facilita la aparición del parto normal.
Síntomas del útero invertido
Los síntomas del útero invertido depende de si el útero está móvil o fijo. En los casos de útero invertido fijo, los síntomas incluyen:
- Dolor en la región de las caderas;
- Fuertes cólicos menstruales;
- Dolor durante y después del contacto íntimo;
- Dolor al orinar y evacuar.
Cuando el útero invertido es móvil, generalmente, las mujeres no presentan síntomas, sólo cólicos débiles durante y después del período menstrual y, a veces incomodidad en determinadas posiciones en el contacto íntimo.
El útero retrovertido tiene como principales causas el desarrollo incorrecto del útero en la adolescencia, por endometriosis o por miomas o incluso ser provocado por el embarazo, siendo que el ginecólogo logra diagnosticar este problema a través de exámenes de rutina como tacto y ultrasonografía. Tratamiento para el útero invertido El tratamiento de la retroversión uterina debe ser orientado por el ginecólogo y, cuando hay endometriosis involucrada, se indica el uso de medicamentos hormonales. Más información en: Tratamiento de la endometriosis.
Además, puede ser necesario realizar una cirugía como la colocación de un pariente en el útero. En esta cirugía se coloca un pequeño dispositivo de plástico o silicona en el útero para ayudarle a mantenerlo orientado hacia adelante. Sin embargo, existe mayor probabilidad de tener infección, inflamación y dolor durante el contacto íntimo, y en algunos casos, la remoción quirúrgica del útero, puede ser considerada.
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