Alimentación del Anciano

Variar la alimentación según la edad es fundamental para mantener el cuerpo fuerte y sano, por lo que la alimentación del anciano debe tener:

Vegetales, frutas y cereales integrales: son una buena fuerte de fibra, útil para el estreñimiento, las enfermedades cardiovasculares y la diabetes.

Leche y sus derivados: tienen calcio y vitamina D, que fortalecen huesos y articulaciones, así como proteínas, potasio y vitamina B12.

Carnes: preferentemente magra, son buenas fuentes de proteínas y de hierro, así como los huevos.

Pan: enriquecidos con fibras, cereales, evitando el pan blanco, pudiendo acompañar las comidas así como el arroz y el frijol.

Leguminosas: como frijoles y lentejas, poseen un alto contenido de fibras sin colesterol y son ricos en proteínas.

Agua: de 6 a 8 vasos por día, ya sea en forma de sopa, jugo o tés. Se debe beber sin sentir sed.

Otros consejos valiosos son: no comer solo, comer de 3 en 3 horas y añadir diferentes condimentos a la comida para variar el paladar. A lo largo de la vida ocurren muchos cambios en el organismo y ellos deben ser acompañados de hábitos alimenticios correctos para evitar enfermedades.

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