Carozo detrás de la rodilla puede ser quiste de Baker
Lo que es:
El quiste de Baker, también conocido como quiste en la fosa poplítea, es un hueso que surge en la parte trasera de la rodilla debido a la acumulación de líquido de la articulación, causando dolor y rigidez en el local que empeoran con el movimiento de la extensión de la rodilla y durante la actividad física.
Generalmente, el quiste de Baker es el resultado de otros problemas en la rodilla, como artritis, lesión en el menisco o desgaste del cartílago y, por lo tanto, no necesita tratamiento, desapareciendo cuando la enfermedad que la causa es controlada. El más común es que se ubique entre el gastrocnemio medial y el tendón semimembranoso. Sin embargo, aunque raro, el quiste de Baker puede romperse provocando dolor intenso en la rodilla o pantorrilla, pudiendo ser necesario tratarlo en el hospital con cirugía.
Síntomas de quiste de Baker
Normalmente el quiste de baker no tiene síntomas evidentes, siendo descubierto en un examen realizado por otro motivo cualquiera, o durante la evaluación de la rodilla, en el ortopedista o en el fisioterapeuta.
Algunas señales y síntomas que pueden indicar que puede haber un quiste de baker en la rodilla son:
Hinchazón detrás de la rodilla, como si fuera una bola de ping pong;
- Dolor en la rodilla;
- Rigidez al mover la rodilla.
- Cuando surgen síntomas de problemas en la rodilla se recomienda consultar a un ortopedista para hacer exámenes, como la ultrasonografía de la rodilla o resonancia magnética, y diagnosticar el problema, iniciando el tratamiento adecuado. La radiografía no evidenciará el quiste pero puede ser útil para evaluar la osteoartritis, por ejemplo.
Generalmente se puede palpar el quiste cuando la persona queda tumbada boca abajo con la pierna estirada y cuando la pierna se dobla a 90º. Es bueno comprobar que el quiste tiene bordes bien delimitados y se mueve hacia arriba y hacia abajo, siempre que la persona levanta o baja la pierna.
Cuando el quiste de Baker rompe la persona siente un dolor fuerte y repentino en la parte posterior de la rodilla, que puede irradiar a la patata de la pierna, siendo a veces parecida a una trombosis venosa profunda. El tratamiento para quiste de Baker en la rodilla, normalmente, no es necesario, sin embargo, si el paciente presenta mucho dolor, el médico puede recomendar el tratamiento fisioterapéutico que debe incluir al menos 10 consultas para aliviar los problemas síntomas. El uso del aparato de ultrasonido puede ser útil para la reabsorción del contenido neto del quiste.
Además, también se pueden utilizar compresas heladas o inyecciones de corticoides en la rodilla para reducir la inflamación de la articulación y aliviar el dolor. La aspiración del líquido también puede ser una buena solución para eliminar el quiste de baker, pero sólo se recomienda cuando hay un intenso dolor, como forma de aliviar los síntomas porque la posibilidad del quiste de volver a aparecer es grande.
Cuando el quiste de Baker se rompe puede ser necesario hacer cirugía para aspirar el exceso de líquido en la rodilla, a través de una artroscopia.
Más información sobre cómo tratar el quiste de Baker.