es.odysseedubienetre.beSi hay poco líquido amniótico en las primeras 24 semanas de embarazo, lo más importante para tratar de minimizar el problema, además de estar en reposo, es aumentar la ingesta de líquidos , manteniendo siempre la orina clarita, en el intento de aumentar la producción de líquido amniótico o, al menos, evitar que la pérdida de volumen del líquido amniótico se agrave.
La reducción del volumen de líquido amniótico en cualquier fase del embarazo puede conducir a problemas pulmonares en el bebé o el aborto, pero en estos casos, el obstetra realiza evaluaciones semanales de la cantidad de líquido amniótico, con ecografía, para decidir si hay necesidad de inducir el parto , especialmente cuando esto ocurre en el último trimestre del embarazo.
Ya en los casos en que la embarazada entra en trabajo de parto con poco líquido amniótico, el obstetra puede insertar un pequeño tubo hasta el útero para insertar una sustancia que sustituye al líquido amniótico, en el caso de parto normal, y que permite evitar complicaciones como la falta de oxígeno en el bebé, que puede ocurrir si el cordón umbilical queda atrapado entre la madre y el bebé. Sin embargo, este tratamiento no sirve para tratar la falta de líquido amniótico durante la gestación porque sólo funciona mientras el líquido se inyecta durante el parto normal.
Si cree que está perdiendo líquido amniótico lea: Qué hacer si está perdiendo líquido amniótico.
El líquido amniótico disminuido puede hacer que el bebé se quede más pequeño y tenga un desarrollo y crecimiento atrasados, especialmente de los pulmones y riñones, porque la presencia del líquido amniótico en cantidades normales garantiza la formación del sistema digestivo y respiratorio, y también sirve para proteger al bebé de infeciones y traumatismos además de permitir que el bebé se mueva dentro del vientre, fortaleciendo sus músculos mientras crece.
Así, cuando la cantidad de líquido amniótico es muy baja en la primera mitad del embarazo, hasta las 24 semanas, la complicación más común es el aborto. Cuando la disminución ocurre en la segunda mitad del embarazo, puede ser necesario inducir el parto, existiendo el riesgo de que, dependiendo de la edad gestacional, el bebé nazca con bajo peso, retraso mental, dificultad respiratoria y mayores posibilidades de desarrollar infestaciones graves, que pueden poner la vida del bebé en riesgo.
La cantidad normal de líquido amniótico en el vientre de la embarazada durante la gestación va aumentando cada semana, siendo que al final del:
Normalmente, el líquido amniótico aumenta cerca de 25 ml hasta la semana 15 de gestación y después se produce 50 ml por semana hasta las 34 semanas y, a partir de ahí, va disminuyendo hasta la fecha del parto.
