Cómo identificar y tratar la enfermedad de Bornholm
Normalmente, el virus que provoca esta infección, y que se conoce como virus de Coxsackie B, es transmitido por alimentos u objetos contaminados por heces, pero también puede surgir después de estar en contacto con alguien infectado, ya que puede pasar a través de la tos .
Esta enfermedad tiene cura y generalmente desaparece después de una semana, sin necesidad de tratamiento específico. Sin embargo, se pueden utilizar algunos medicamentos analgésicos para ayudar a aliviar los síntomas durante la recuperación.
Principales síntomas
El principal síntoma de esta enfermedad es el surgimiento de un dolor muy intenso en el pecho, que empeora al respirar profundamente, toser o al mover el tronco. Este dolor también puede surgir por crisis, que duran hasta 30 minutos y que desaparecen sin tratamiento.
Además, otros síntomas incluyen:
Dificultad para respirar;
- Fiebre superior a 38 ° C;
- Dolores de cabeza;
- Tos constante;
- Dolor de garganta;
- Diarrea;
- Dolores musculares generalizados.
- Además, en los hombres también puede aparecer dolor en los testículos, pues el virus es capaz de provocar inflamación de estos órganos.
Estos síntomas pueden aparecer de forma repentina, pero desaparecen al cabo de algunos días, generalmente después de una semana.
Cómo confirmar el diagnóstico
En la mayoría de los casos, la enfermedad de Bornholm es diagnosticada por un médico general sólo a través de la observación de los síntomas. Sin embargo, cuando existe riesgo de que el dolor en el pecho esté siendo causada por otras enfermedades, como problemas del corazón o pulmones, el médico puede pedir algunos exámenes, como radiografía del tórax o electrocardiograma, para descartar otras hipótesis.
Cómo se realiza el tratamiento
No existe un tratamiento específico para esta enfermedad, ya que el cuerpo es capaz de eliminar el virus al cabo de algunos días. Sin embargo, el médico puede recetar analgésicos, como Paracetamol o Ibuprofeno, para aliviar los dolores y la incomodidad.
Además, se recomienda tener cuidados similares al de un resfriado, como descansar y beber bastantes líquidos. Para evitar la transmisión de la enfermedad también se aconseja evitar lugares con mucha gente, no compartir objetos personales, utilizar máscara y lavarse las manos a menudo, especialmente después de ir en el baño.