Síntomas y tratamiento del espermatocele
El espermatocele, también conocido como quiste seminal o quiste epididimal, es una pequeña bolsa que se desarrolla en el epidídimo, que es el lugar donde el canal que transporta el esperma se une al testículo. En esta bolsa existe la acumulación de pequeñas cantidades de espermatozoides y, por lo tanto, puede indicar una obstrucción en uno de los canales, aunque no siempre es posible identificar la causa.
En la mayoría de los casos, el espermatocele no causa ningún tipo de dolor, sólo se identifica con la palpación de los testículos durante el baño, por ejemplo. Aunque es casi siempre benigno, esta alteración debe ser siempre evaluada por un urólogo, ya que este tipo de alteración también puede ser signo de un tumor maligno, aunque en casos más raros. Normalmente, el espermatocele no reduce la fertilidad del hombre y, por lo tanto, también puede que no necesite tratamiento.
Principales síntomas
La principal señal del espermatocele es el surgimiento de un pequeño hueso junto al testículo, que puede ser movido, pero que no duele. Sin embargo, si continúa creciendo a lo largo del tiempo, puede comenzar a producir otros síntomas como:
Dolor o incomodidad en el lado del testículo afectado;
- Sensación de peso en la región íntima;
- Presencia de hueso grande junto al testículo.
- Cuando se detecta cualquier cambio en el testículo, aunque no haya otros síntomas, es muy importante consultar a un urólogo para detectar otras causas más graves, como torsión del testículo o incluso cáncer, por ejemplo.
Cómo se realiza el tratamiento
Dado que la mayoría de los espermatoceles no provocan ningún tipo de complicación o malestar, generalmente no es necesario ningún tipo de tratamiento. Sin embargo, el urólogo puede marcar consultas frecuentes, aproximadamente 2 veces al año, para evaluar el tamaño del quiste y asegurarse de que no está sufriendo cambios que puedan indicar malignidad.
Si el espermatocele causa malestar o dolor durante el día a día, el médico puede recetar el uso de medicamentos para disminuir la inflamación, como el ibuprofeno o el acetominofeno. Después de usar estos medicamentos durante 1 o 2 semanas, los síntomas pueden desaparecer completamente y, si esto ocurre, no es necesario más tratamiento. Sin embargo, si los síntomas se mantienen puede ser recomendado para hacer una pequeña cirugía. La cirugía para tratar un espermatocele, también conocida como espermatoceloctomía, normalmente se realiza con anestesia general y sirve para que el médico consiga separar y retirar el espermatocele del epidídimo. Después de la cirugía, normalmente es necesario utilizar una ropa interior de vendajes que ayuda a mantener la presión en el lugar, evitando que el corte pueda abrir al moverse, por ejemplo.
Durante la recuperación también se recomienda tener algunos cuidados como:
Aplicar compresas heladas
en la región íntima;
Tomar los medicamentos recetados por el médico.
- Evitar mojar la región íntima hasta retirar los puntos;
- Hacer el tratamiento de la herida en el puesto de salud o hospital. Aunque es raro, después de la cirugía pueden surgir algunas complicaciones, especialmente la infertilidad si hay alguna lesión en el epidídimo. Por eso, es muy importante seleccionar una clínica de urología certificada con un médico cirujano con bastante experiencia.